
Por José Alfredo Guerrero
Acento
Henry Hazlitt combatió en sus artículos de opinión las medidas para continuar con los controles de precios establecidos durante la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos. Tenían como fecha de expiración junio de 1946, pero como también iban a desaparecer los puestos de la burocracia encargada de administrarlos había que inventar excusas para seguir en nómina antes de la fecha fatal en que volvería el mercado libre. En Nuevas ironías del control de precios explica que con la carne de res los funcionarios provocaron una escasez tan crónica que a las carnicerías volvió como alternativa la de los caballos.