Por Alberto Benegas Lynch (h)
A raiz de una columna que acabo de escribir, se me ocurre anotar que para etender los sucesos recientes en Francia deben tomarse en cuenta por lo menos tres elementos decisivos. En primer lugar, el fenomeno del desempleo. En los barrios pobres donde han tenido lugar los desmanes, la desocupación es del 21% que es el doble de lo que sucede a nivel nacional. Esta situación se debe a los pesados impuestos al trabajo, es decir, cargas sociales y demás retenciones que hacen mas cara la contratación de servicios. Estos costos mas elevados siempre repercuten especialmente en el margen. Son los menos capacitados los que primero sufren el desempleo. Por tanto, la primera medida debiera ser la reconsideración de la legislación laboral al efecto de permitir la incorporación de nuevos trabajadores al mercado.
En segundo lugar, vinculado con el punto anterior, los nativos se quejan de que los inmigrantes, al recurrir a los servicios estatales, hacen que aumenten los gastos correspondientes,lo cual eleva tributos y el deficit fiscaL que también debe financiarse. Los inmigrantes deberian estar excentos de todo pago para atender los servicios estatales y, como contrapartida, no estarían incluidos en la prestación de estos servcios que, al ser "gratuitos" resultan siempre escasos y son de muy mala calidad. En otros términos ,de esta manera, los inmigrantes serían personas libres, como en realidad les gustaría ser a muchos de los nativos. Con esta medida se habrá contribuido a reslover también lo que hemos señalado en el punto anterior.
En tercer término, no debiera imponerse a los extranjeros una integración forzosa en las escuelas estatales. Debería permitirse que los inmigrantes establezcan centros educativos con sus propias costumbres, modos religiosos y culturales que hoy provocan trifulcas de diverso calibre.
Lo ocurrido recientemente en Francia se usa de pretexto para acentuar ideas xenófobas y nacionalistas que apuntan al racismo y a exacervar las posturas anti-musulmanas y anti-inmigración.
Lo dicho hasta aqui no quiere decir que no se deba proceder a la detención y al debido proceso a los que incurran en delitos que, dicho sea de paso, no son patrimonio de los inmigrantes de primera generación.
Por último y siempre en este contexto, se ha dicho que los islámicos no se adaptan a Occidente. Jorge Garcia Venturini ha escrito con razón que Occidente no es un lugar geográfico sino un espíritu que consiste en el respeto recíproco. Donde hay respeto está Occidente. No son pocos los occidentales que no entienden el significado de Occidente ya que son intoleratnes y pretenden obligar a otros que acepten ciertos modos de conducirse en la vida.