Por Martin Simonetta
Fundación Atlas 1853
El técnico de la selección mexicana, Ricardo La Volpe se quedó en el vestuario cuando las selección que dirige y la de su país de origen, Argentina, cantaban los respectivos himnos nacionales antes de comenzar el partido que los enfrentaba. El DT de Japón, el brasileño Zico, entonó el himno del país que lo vio nacer y no el del país que entrena, desatando la polémica. En distintos ámbitos, algunos más sutiles que otros, la Copa del Mundo Alemania 2006 va poniendo al descubierto la confusión generada por la gradual disolución del tradicional y estricto concepto de nación.
Para algunos la Copa Mundial de Fútbol es señalada como una versión moderna de la guerra entre países, un enfrentamiento sin sangre que desentierra los más bajos instintos tribales. Más allá de estas apreciaciones, consideramos que en esta versión moderna del coliseo romano podemos apreciar una de las expresiones más tangibles de la acción de la globalización y el creciente cosmopolitismo. Para ello veamos algunos datos que emergen de un estudio realizado en el marco de la Fundación Atlas1853:
· 28 de los países que participan en la Copa Mundial 2006 cuentan con jugadores que actúan en ligas del exterior. En 17 de estos países más de la mitad de su equipo juega en el exterior, y en 7 más del 80 por ciento. Así, por ejemplo: el 100% de los jugadores de Costa de Marfil, el 91% de lo de Brasil y Republica Checa, el 87% de los de Argentina y Australia y el 83% en el caso de Croacia y de Ghana, actúan en equipos del exterior, especialmente de Alemania, España, Inglaterra e Italia.
· 19 países de los 32 que iniciaron la competencia cuentan con jugadores cuyo país de origen es diferente al que representan. Baste con mencionar como ejemplo al argentino Mariano Pernía en España, al polaco Miroslav Klose en Alemania o al brasileño Zinha en México. Estos son apenas 3 casos de los 36 jugadores que juegan para selecciones que no son de sus países originarios.
· 16 selecciones de las 32 que juegan el mundial cuentan con técnicos extranjeros, tal es el caso del brasileño Zico en Japón, el argentino Lavolpe en México o el sueco Sven Goran Ericsson en Inglaterra.
Esta situación tiene que ver con la ausencia de mayores restricciones a la libre circulación de jugadores de fútbol a nivel global, ni nivel de clubes ni de selecciones nacionales. Los cupos para extranjeros existentes en algunos países europeos, no han impedido una alta tasa de internacionalización (jugadores en ligas extranjeras / total de jugadores seleccionados) de los equipos mundialistas. Asimismo, nos indica que en la mayor parte de los países los jugadores que se desempeñan en ligas del exterior alcanzan un nivel futbolístico superior (motivo por el que son seleccionados) en las plazas más competitivas del planeta.
Imaginemos por un momento qué sucedería con el nivel futbolístico de Argentina, Brasil, Costa de Marfil o Ghana si –como proponen algunos economistas- sus jugadores tuvieran restricciones para ser “exportados” al mercado europeo. Decididamente si fútbol, ahora internacional, fuera de cabotaje caerían fuertemente los incentivos para los jugadores de los países menos desarrollados y los europeos se verían subsidiados por una menor competencia, tal como sucede en el sector agrícola. El negocio futbolístico y el valor que crea, se vería seriamente lesionado.
Finalmente, es importante destacar que el mundial es cada vez más global también debido al avance de la tecnología de la comunicación que ha extendido y profundizado su impacto en las áreas más recónditas del mundo, otrora excluidas. Un indicador de ellos es que, en forma agregada, se estima que los partidos del mundial serían visto por 30.000 millones de personas (5 veces la población mundial).
En síntesis, más allá de la imagen de la Copa Mundial como un festival de nacionalismos, en este trabajo hemos pretendido mostrar apenas algunos datos que la enarbolan como una gran celebración de la globalización.
El autor desea dejar expreso agradecimiento a Martín Talarico, por su colaboración en el proceso de investigación.