Por Luis José Uzcátegui
El Universal
Una vez que se juega varias veces -infinitas veces- se puede alcanzar el equilibrio
Desde hace décadas brillantes matemáticos se han dedicado a estudiar el comportamiento humano utilizando diferentes modelos que se incluyen en lo que denominan: "Teoría de los Juegos". El objetivo es explicar cómo funciona la mente una vez que se aborda un dilema, un problema y se utilizan estrategias resolutivas o se toman decisiones. ¡Los resultados han sido sorprendentes¿! Poco a poco se tumbaron viejos paradigmas. Alfred Tucker utilizando el "Dilema del Prisionero" bambolea la creencia que afirma que con el comportamiento agresivo y falaz se alcanzaba el mejor resultado social, y demostró, en cambio, que la estrategia egoísta llevaba directamente al peor resultado posible.
Kart Sigmund evidencia lo que sucede si se juegan varias partidas del Dilema del Prisionero. Si el contrario juega limpio, lo mejor es jugar también limpio, pero si empieza a jugar sucio, la mente se inclina por construir esquemas defensivos y ganar la partida.
Anatol Rapoport demostró una secuencia intelectual que consiste en que se empieza el juego colaborando, pero si el otro ataca, la respuesta más inteligente es también atacar.
También la "Teoría de los Juegos" dice que siempre, en los conflictos, sobre todo si se va en ellos la vida de las personas, hay un espacio para la negociación, pero que en ningún caso el más pequeño puede pretender que el otro le ceda más de lo que ya tiene. Y fue John Nash, en cuya vida y obra se basó la película Una mente maravillosa, quien "desatascó" la solución de conflictos con el llamado "Equilibrio de Nash": Básicamente no importa lo que haga el otro, una vez que se juega varias veces -infinitas veces- se puede alcanzar el equilibrio.
Aplicar modelos
La aplicación de estos modelos ha sido muy amplia. En economía, psicología, sociología y política. En Venezuela hace tiempo que sus pobladores encontraron el "Equilibrio de Nash". Por más de un quinquenio vienen repetidamente jugando limpio y el oponente, que en este caso es el gobierno, jugando sucio.
Ha sido un juego entre el porvenir y la fatalidad. ¡Por eso ahora no importa el juego sucio del otro! ¡Sólo se puede jugar a ganar! El 3D es la gran oportunidad de jugar a la libertad y es imperativo ganar.