Por Martín Kanenguiser
La Nación
Un informe indica que el programa monetario terminará a fin de año cerca de su límite
El Banco Central se encuentra atrapado en un complejo equilibrio para cumplir con el programa monetario a fines de este año y, al mismo tiempo, no dejar caer el valor del dólar ante el fuerte ingreso de divisas registrado en los últimos tiempos, según un informe privado.
Un reporte del estudio Broda indica que el Central "no emite todo lo necesario para evitar que caiga el valor del dólar, porque le preocupa el cumplimiento de la meta de M2 del mes de diciembre". El M2 representa la cantidad de dinero en circulación más el que está depositado en los bancos y, según la entidad que conduce Martín Redrado, es la medida más adecuada para realizar el seguimiento de las principales variables monetarias.
El estudio Broda revisó su pronóstico del M2 para el último mes del año hacia arriba, ubicándolo en $ 123,300 millones (un 18,7% más que hace un año), "más cerca del techo de la meta ($ 126,222 millones) que de su piso ($ 116,265 millones)".
La causa de esta variación -que marca una fuerte diferencia respecto del fácil cumplimiento de sus objetivos que mostraba el programa monetario en los primeros tres trimestres del año- se debe a "la mayor liquidación de divisas por parte de los cereales (por mejores precios), junto con la mayor entrada de capitales debido al gran interés de inversores por activos domésticos", que derivó en una gran afluencia de dólares al mercado local.
"Frente a esta mayor oferta de divisas, el BCRA debió actuar como equilibrista , intentando cumplir con sus múltiples objetivos", indicó el estudio dirigido por Miguel Angel Broda. Entre todos ellos, el Central priorizó "el cumplimiento de la meta M2 de diciembre (ya que le preocupa que no se pueda cumplir con esa meta cerca del piso)". Para evitar que aumente demasiado la emisión de pesos destinada a la compra de divisas -lo que derivaría en mayores presiones inflacionarias-, "el BCRA prefirió no echar mas leña al fuego y debió abstenerse de comprar los US$ 120-150 millones diarios que hubiesen sido necesarios para sostener la cotización del dólar", indicó el informe.
Una caída de la cotización del dólar implicaría una pérdida en la recaudación fiscal y en la competitividad de las exportaciones, junto con un encarecimiento en el pago de la deuda. En este sentido, calificadas fuentes del Central indicaron a LA NACION que las consultoras privadas "tuvieron que corregir sus propios pronósticos, porque ya se sabía que el último trimestre era el más exigente para el programa monetario por el aumento de la demanda de dinero". De todos modos, consideraron que si efectivamente el M2 termina cerca de $ 123.000 millones, "se estaría más cerca del medio que del límite superior del programa, lo cual no es preocupante porque estaba previsto". Además, aclararon que por primera vez desde la salida de la crisis el aumento del M2 será menor que el del PBI nominal (18,5% contra el 21%, respectivamente; mientras que el año pasado, esta relación fue de 26 para el M2 y 22 para el PBI).
Las fuentes oficiales destacaron que en 2007 se mantendrá el sesgo contractivo de la política monetaria, con una suba gradual de la tasa de interés alineada con la inflación, y un escaso aporte del Tesoro y de los bancos en la tarea de esterilización monetaria, como ocurrió en el segundo trimestre de este año. En cuanto a los otros aspectos del programa monetario 2007 –que se encuentra en elaboración–, se mantendrá la política de acumulación de reservas y de aumentar las tasas de interés de corto plazo en la medida en que se prevé que el índice de inflación sigue bajo control.
Y si bien en el Central ratificaron que la entidad no tiene un objetivo de tipo de cambio ni adhieren al esquema de inflation targeting (metas de inflación), subrayaron que posiblemente continúe la disminución gradual en términos reales. En términos nominales, el dólar se ubicaría cerca de $ 3,15 por unidad.
Por otro lado, seguirá el superávit cuasi fiscal, aunque con una importantes baja: unos $ 2200 millones en 2005, $ 1100 millones este año y entre 500 y 600 millones para 2007.
El informe del estudio Broda afirma que el Central “encuentra dificultades para esterilizar la emisión de pesos”, ya que los cuatro instrumentos que suele utilizar con este fin “están comprometidos” hasta fines de diciembre:
* En noviembre al menos el BCRA no absorbe dinero por pases (más bien todo lo contrario).
* La esterilización vía Lebac está limitada porque se presentan fuertes vencimientos ($ 750 millones en promedio por licitación, frente a $ 475 millones en las precedentes) y el BCRA “no quiere aumentar las tasas para tentar a los inversores”.
* El Tesoro, en lugar de cancelar adelantos transitorios adeudados, “es factible que solicite financiamiento al BCRA para cerrar el faltante financiero del mes de diciembre”. Con cierto misterio, en el Central dijeron que posiblemente esta ayuda “no será necesaria”, aunque recordaron que la “absorción fiscal es gratuita, a diferencia del resto de los instrumentos existentes”.
* La cancelación de redescuentos se limita a las cuotas de los dos bancos deudores (Galicia y Provincia).
Pese a estos problemas, en el Central afirmaron que la política monetaria tiene margen para afrontar sus objetivos sin ahogarse en el intento.