Por Pablo Alfonso
Cuba Por Dentro
La revolución cubana, que cumple el 1ro.de enero su 48 aniversario comienza el año en terapia. El socialismo cubano está en terapia. Su progenitor lo tiene en ese estado hace cinco meses. Desde que fue operado de urgencia y se repone, y también está en terapia postoperatoria.
Como su operación es un “secreto de Estado” no sabemos de qué padece. Lo que sí sabemos es que de Madrid llegó a La Habana un renombrado cirujano hace una semana, reconoció al paciente, recogió sus maletas y se largó de nuevo a la capital española.
De inmediato organizó una conferencia de prensa –en Madrid, no en La Habana-, para decirle al mundo, que el dictador Fidel Castro no tiene cáncer. Que no puede decir lo que tiene, pero que cáncer no es. Que está en terapia y se recupera satisfactoriamente. Que se pondrá bien. Que está lúcido, que su mente funciona con una precisión de relojería suiza. Claro que, a pesar de todo, tiene que seguir “fuera del juego”. Es decir, de la cosa pública. Fue, en resumen, una versión médica del discurso oficial de la dictadura; pero así son las coincidencias!
Aquí podríamos parodiar la tan conocida advertencia de “cualquier semejanza con personas, vivas o muertas, es pura coincidencia”.
Por lo pronto los cubanos en la isla ignoran la visita a la isla del famoso galeno. La conferencia de prensa no fue para ellos, fue para “los extranjeros”; esos seres curiosos que se preocupan por la salud de los gobernantes y las consecuencias políticas que para sus respectivos países puede ocasionar un fallecimiento.
Ningún medio de prensa ha escrito en Cuba media palabra al respecto. Es de suponer que la Dirección de Orientación Revolucionaria del Partido Comunista de Cuba, haya ordenado el toque de silencio para desorientar aún más a la desinformada población de la isla.
Pero no hay que ser tan “mal pensados”. Quizás la dirigencia de la dictadura tiene una perspectiva diferente. Más benigna. A lo mejor, consideran que sus súbditos tienen tanta confianza en lo que hacen los jefes que no necesitan, mayor información. Que los cubanos están acostumbrados a leer y escuchar de su Partido y Gobierno, lo que le quieran decir, en la forma y momento en que decidan decirle. Algo así, más o menos, declaró hace un tiempo el sucesor designado provisionalmente, el general Raúl Castro.
Los demás son intrigas del “imperialismo”, sucias campañas de prensa organizadas todas por “la mafia de Miami”.
Por lo pronto el país vive esta etapa de sucesión en un estado de provisionalidad. En realidad no hay una sucesión formal. Es provisional. Todo es provisional. Desde su lecho de enfermo o su habitación de terapia, el dictador Castro insiste en mantener todos sus poderes. Se aferra a ellos como se aferra a la vida. Es que, claro, son parte de su misma esencia. Poder y vida equivalen para el dictador a una misma cosa.
La sucesión depende de la terapia. Si el enfermo se recupera finalmente no se concreta ninguna sucesión, y mientras dure la terapia, toda sucesión es provisional.
De manera que, para los cubanos, el 2007 se inaugura bajo el signo de la terapia y la incertidumbre que crea una provisionalidad que es eso: provisional.
Claro hay noticias también definitivas, concretas, tajantes.
Como esa de que la economía cubana creció en el 2006 un 12.5%; el índice más alto de toda América Latina. Claro que, como se trata de un crecimiento “macroeconómico” , que además incluye en sus cálculos cuanta operación contra la ceguera o la apendicitis se ha podido contabilizar por los galenos cubanos esparcidos por el mundo, ese cálculo del Producto Interno Bruto (PIB) es algo enrevesado de comprender por la población.
Así que, para ahorrarle complicaciones a la población cubana, tan empeñada en otros menesteres más pedestres, la dictadura declara rotunda que la economía creció en un 12.5% y punto…
Creció la economía y con ella, se cumplieron los planes de producción de petróleo y gas en el país; aumentó la producción energética, mejoró el transporte, se construyeron más de 100,000 viviendas en todo el país, la producción de hortalizas sobrepasó las metas previstas, más de dos millones de turistas visitaron la isla… y así sucesivamente.
¿Que usted no lo cree, que la vida cotidiana no le permite reconocer ese crecimiento? Bueno, lea el Granma, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba. Ahí, están las cifras, las noticias. ¿Acaso la dictadura no ha decretado tres días de festejos para celebrarlo? No sea incrédulo, sino fiel.
¡Mantenga la esperanza de que en este año 2007 saldremos de la terapia y de esta prolongada provisionalidad!
¡Feliz Año Nuevo!