Por Gerardo Reyes
El Nuevo Herald
UN TRABAJADOR abre una válvula en la refinería de PDVSA en Amuay, cerca de Punto Fijo, Venezuela.La vaca lechera del gobierno de Venezuela está exhausta.
El multimillonario tren de gastos del estado venezolano ha mermado la liquidez de la empresa petrolera oficial PDVSA a un ritmo que algunos analistas consideran insostenible.
''No hay compañía que pueda resistir un gasto de este tipo'', dijo a El Nuevo Herald el economista venezolano José Guerra, al analizar un informe preliminar de la situación de la empresa. ``PDVSA se tragó los ingresos del año pasado y gastó más en programas sociales que en inversiones relacionadas con su actividad''.
De acuerdo con el reporte financiero, publicado ayer con motivo de la venta de bonos de deuda de PDVSA, la empresa aportó en el 2006 un total de $13,261 millones para programas de desarrollo social del gobierno, casi el doble de lo que había contribuido para ese rubro el año anterior. En inversiones de sus actividades petroleras la compañía no empleó más de $5,000 millones.
Guerra sostuvo que la emisión en bonos de deuda de $5,000 millones, la segunda más grande en la historia de América Latina, ``ha permitido ver que la situación de PDVSA es peor de lo que pensábamos''.
Las cifras no auditadas reflejan que las utilidades netas de la petrolera en el 2006 ($4,774 millones), cayeron en un 26 por ciento, lo que plantea un fuerte contraste con otras compañías petroleras del mundo que reportaron récords en sus utilidades.
''PDVSA exhibe una situación de debilidad frente a los retos que deberá acometer la empresa de cara al mantenimiento y potencial de exportación, de sostener el gasto social, pagar impuestos y vender petróleo a descuento a algunos países'', afirma un estudio del Centro de Investigaciones Económicas de Venezuela.
El ministro del poder Popular para la Energía y Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, restó gravedad al nivel de endeudamiento de la petrolera.
''PDVSA está en una buena posición financiera'', explicó Ramírez, al señalar que la relación entre deuda y patrimonio es de apenas 22.8 por ciento, ``lo cual está mucho mejor que los niveles de endeudamiento de otras empresas como Shell, BP, o Exxon Mobil''.
Previamente PDVSA debió acudir a un préstamos de $1,000 millones concedido por el banco francés BNP Paribas y de $3,500 millones de las firmas japonesas Marubeni Corp. y Mitsui & Co. Ltd.
La emisión de bonos se lanzó como parte del esfuerzo de la petrolera de recaudar fondos para su plan de aumento de producción a 5.8 millones de barriles diarios de crudo para el 2012. Actualmente, según cifras de PDVSA que han sido cuestionadas por ser altas, la producción es de 3.3 millones de barriles.
A mediano plazo, el plan aspira a captar inversiones por $77,000 millones. No está claro si los ingresos por la emisión de bonos serán usados por PDVSA para sus proyectos de inversión, fundamentales para mantener la actividad petrolera, o si serán destinados para sostener el alto costo de las misiones sociales de la agenda ideológica de Chávez.
''Gastar en programas sociales no es un problema en sí. Pero es un problema cuando se hace a expensas del crecimiento de la industria'', dijo a la agencia AP Enrique Sira, analista de Cambridge Energy Research Associates con base en Caracas.
La revelación de los preocupantes resultados de la iliquidez de PDVSA coincidió con otra mala noticia para Venezuela: Wall Street castigó la incertidumbre que han creado los programas de nacionalización del gobierno de Hugo Chávez, retirando de un índice especializado de Dow Jones (Dow Jones Wilshire Global Total Market) a seis compañías venezolanas que eran evaluadas por este sistema.
Según una declaración del organismo mercantil, el riesgo de Venezuela cayó por debajo de los parámetros exigidos para que las empresas puedan figurar en su radar de evaluación.
Entre las compañías que saldrán del radar, a partir del 18 de junio, se encuentran Nacional de Teléfonos de Venezuela, CANTV, en la que recientemente el gobierno de Venezuela compró el 28.5 de sus acciones; los bancos Mercantil de Servicios Financieros, Banesco, Universal y Provincial; la empresa de cemento Cemex de Venezuela y la Siderúrgica Venezolana Sivensa.
La evaluación de PDVSA se dificulta por una confuso manejo de sus cifras, según los analistas. El Centro de Investigaciones Económicas destacó que en los casi tres meses que van de este año la petrolera ha presentado cuatro versiones diferentes sobre sus estados financieros. En las tres primeras refleja pérdidas y en la cuarta una ganancia.
Según un informe ayer en su página de internet, basado en la publicación Petroleum Intelligence Weekly, PDVSA es la cuarta empresa de petróleo y gas integrada verticalmente más grande del mundo y fue clasificada cuarta en producción de líquido, quinta en reservas probadas de crudo, cuarta en capacidad de financiación y séptima en ventas de productos.
Un 12 por ciento de las importaciones de Estados Unidos de petróleo provienen de Venezuela.