Por Mariana Martínez
BBC Mundo
Invertir en infraestructura de alta calidad y eficiente es la clave para que un país pueda volverse competitivo.
De esa forma, se logrará un fuerte impacto en su crecimiento económico, y también se contribuirá a reducir su pobreza y desigualdad.
Cuando un país desarrolla su infraestructura de transporte y comunicaciones, eso hace que, por ejemplo, sus mercados funcionen más eficientemente y permite que las exportaciones sean más fluidas.
Cuando invierte en saneamiento, las tasas de mortalidad infantil tienden a bajar y la salud de la población comienza a mejorar.
Así lo dice el informe "Análisis comparativo del atractivo nacional para inversiones privadas en infraestructura", presentado recientemente durante la reunión del Foro Económico Mundial para América Latina en Santiago de Chile.
El estudio destaca que Chile, Brasil y Colombia son los tres países de América Latina más atractivos par la inversión privada en puentes, carreteras, caminos, electrificación y puertos.
Argentina, Venezuela, Bolivia y República Dominicana son, en contrapartida, los países de la región que encabezan la lista de las naciones que presentan las peores condiciones para recibir inyecciones de capital privado destinado a la infraestructura.
Los más atractivos
El estudio tomó en cuenta 12 países de América Latina y concluyó que Chile es el país de la región con la puntuación más alta en el Índice de Atractivo para Inversiones Privadas en Infraestructura, con 5,43 puntos.
Este índice, con un rango de cero a siete puntos, toma en cuenta ocho factores.
Considera el entorno macroeconómico del país, el riesgo político, la estructura legal, y el desarrollo de los mercados financieros.
También, la facilidad al acceso de información, el historial de inversión privada en el país en los últimos 15 años, la habilidad del gobierno para manejar y facilitar inversión privada, y la voluntad de pago de los servicios de infraestructura.
Según el estudio, Chile encabeza la lista gracias a su actual ambiente atractivo para la inversión privada y su infraestructura desarrollada, aunque también detectó que el país presenta una debilidad en el proceso de privatización, debido a la percepción de falta de consistencia y continuidad.
Brasil, por su parte, obtuvo la segunda mejor puntuación con 4,40 puntos, seguido por Colombia (4,33) y Perú (4,23).
El informe dice que estos países se destacan por su estabilidad macroeconómica, el desarrollo de sus mercados financieros y los esfuerzos de sus gobiernos para atrapar inversión privada.
México (4,04), Uruguay (4,02), El Salvador (3,97%) y Guatemala (3,64), ocupan los puestos intermedios del ranking.
Los que se quedaron atrás
Los peores puntajes fueron para República Dominicana (3,33), Bolivia (3,34), Venezuela (3,37) y Argentina (3,41).
El informe asegura que estos países deben poner en marcha una serie de reformas orientadas a mejorar el clima de inversión en el país, debido a que éste es bastante pobre.
Según el estudio, la mayor parte de las inversiones privadas en infraestructura se han realizado en el área de minería, petróleo y gas, donde los beneficios han sido captados de forma directa por inversores y el uso de inversión privada para proveer bienes públicos es casi inexistente.
Estos países también mostraron un bajo nivel de competitividad.
¿Cómo mejorar?
El estudio resalta que el Índice de Atractivo para Inversiones Privadas en Infraestructura pretende ser una herramienta útil para los inversores privados a la hora de decidir dónde invertir en América Latina.
Pero también una orientación o guía para aquellas naciones que quieren mejorar su captación de inversión privada.
Según el informe, mejorar el clima de inversión en un país puede tomar un buen tiempo pero, definitivamente la estrategia pasa por identificar las debilidades en la captación de inversión privada y poner en práctica las reformas que sean necesarias.
Seguir el ejemplo de aquellos que están a la vanguardia parece ser la clave para el éxito.