Por Rómulo López Sabando
El Expreso de Guayaquil
El encuentro del presidente Correa con el presidente Lula lo triangula con el presidente Bush. La visita de Lula a Camp David el 1 de este mes y la alianza Bush-Lula impactan en Ecuador. Y el encuentro de Correa en Venezuela con presidentes de Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay, desde ayer 16 y hoy 17, en la primera cumbre sudamericana, es para discutir su soberanía energética y energías alternativas como el etanol por petróleo, gas, electricidad.
La posible producción en Ecuador del “biocombustible”, rompe la dependencia fiscal del petróleo, estigmatizado por un escritor de extrema izquierda como “la sangre del diablo”. Fuente imparable de corrupción e inflación en el Estado. Según la agencia china Xinhua, Nicaragua, Bolivia, Cuba y Venezuela rechazan al biocombustible como alternativa al petróleo… (¿?).
Los biocombustibles son libres en sulfuro y energía renovable con cero emisiones de dióxido de carbono. Así como las plantas usan el sol para crecer, la materia orgánica (biomasa) almacena energía solar como carbono. La biomasa (de masa biológica) participa del ciclo natural del carbono entre la tierra y el aire. Es energía limpia con beneficio medioambiental diferente a leña, carbón, petróleo.
Es energía renovable no contaminante, junto con la eólica. Su producción agrícola utilizará basura orgánica, desechos metabólicos, excrementos, estiércol ganadero, basura y otros orgánicos e inorgánicos. Proviene también de residuos agrícolas y forestales, como paja, ramas finas, astillas, aserrín y caña de azúcar. Es combustible de recursos biológicos. El biogás, bioalcohol, bioetanol, proporcionarán energías sustitutivas. Igual se obtiene de subproductos árboles, maíz, residuos de la elaboración de aceite, cáscaras de frutos secos, restos de carpintería, de podas, siegas, limpieza de montes y residuos de la industria alimentaria, caña de azúcar y soja.
El interés de Estados Unidos y Brasil para biocombustibles superará la crisis energética en países desarrollados y subdesarrollados. Brasil, autosuficiente en petróleo, con más del 60% de su energía hidroeléctrica, que posee programas avanzados en el uso de energía solar, eólica y nuclear, abre las puertas para que Ecuador utilice energía renovable biológica, que sustituirán a los fósiles.
Sus gigantescas tierras vírgenes nunca cultivadas, ampliarán su frontera agrícola, generando millones de empleos, regresando el hombre a la tierra, reduciendo la emigración y el calentamiento global. Como combustible o aditivo, el etanol y el biodiésel reducen la emisión de poluyentes (de polución), dando paso a una industria que producirá materiales, medicamentos, abonos y alimentos para animales, diferentes a la petroquímica. Una revolución energética está en curso. No opone biocombustibles a fósiles sino complementariedad. Consolidará Suramérica como la mayor y más diversificado potencial energético del mundo. Los más desarrollados son el bioetanol y el biodiésel, del maíz, sorgo, caña de azúcar o remolacha. Brasil es el principal productor de bioetanol (45% de la producción mundial), Estados Unidos el 44%, China el 6%, Unión Europea 3%, India el 1% y otros países el 1%.
El biodiésel, a partir de aceites vegetales, usados o sin usar. Suele usarse raps (canola o vainita, nabillo, mostacilla, nabo aceitero,) soja o jatrofa, (paja) cultivados para este fin. El primer productor de biodiésel es Alemania, que concentra el 63%. Le sigue Francia 17%, Estados Unidos 10%, Italia 7% y Austria 3%.
Grandes consumidores e importadores de petróleo y gas producen e importan combustibles alternativos para maquinarias y transportes público y privado. Se ha creado la Comisión Interamericana de Etanol, para impulsar su producción. Crea puestos de trabajo y ahorra divisas.