Por Yolanda Arenales
La Opinión, Los Angeles
Una vez conseguido el sueño de comprar casa, terminar de pagar la hipoteca es la gran aspiración de muchos propietarios.
Treinta años, el período de pago de una gran mayoría de préstamos de vivienda, es casi literalmente toda la vida —al menos la activa— de muchos compradores y cada vez son más los que se preguntan si hay algún "atajo" posible para llegar a la meta de poseer la propiedad libre de cargas.
Eso es lo que ha llevado a Earlvin Harris, fundador de Bull Passion Financial Physicians, a promover el sistema denominado Cuenta de Fusión de Efectivo (MMA).
Harris explica que el sistema se basa en tener una línea de crédito —algo relativamente fácil de conseguir para muchos propietarios de vivienda— en la que se depositan todos los ingresos y desde la que se hacen todos los pagos de la persona o familia que la utiliza.
"Una vez que se tiene esa línea de crédito nuestro software hace los cálculos algorítmicos necesarios para indicar cuándo se deben hacer pagos extraordinarios de la hipoteca", dice Harris, asegurando que el sistema consigue que un préstamo a 30 años se pague en un promedio de entre 8 y 11 años.
Sin embargo, el hecho de que el software en cuestión —al que se accede en línea— cueste 3,500 dólares y de que el sistema lleve aplicándose relativamente por poco tiempo en EU levantan las sospechas de muchos.
"Es bastante confuso para los consumidores y puede transmitir una idea falsa o al menos no del todo cierta sobre los resultados", comenta Greg McGraime, planificador financiero certificado que se especializa en cursos de finanzas personales para empleados de grandes compañías como Cisco o Yahoo, entre otras.
McGraime enfatiza que hacer pagos extraordinarios de la hipoteca suele ser una buena estrategia, siempre y cuando se tomen en cuenta algunas consideraciones.
"Lo primero es no tener deuda en una tarjeta de crédito, préstamo de carro u otra forma de financiación con interés más alto, además de no deducible de impuestos", dice McGraime, añadiendo que otros dos aspectos que en su opinión también hay que atender antes de dedicar dinero extra a la hipoteca son contar con algunos fondos de emergencia y hacer aportaciones a algún tipo de plan de jubilación.
El sistema MMA se introdujo en EU principalmente a través de la compañía United First Financial (UFF), que lleva casi una década probando diversas fórmulas de aceleración de pago de hipotecas. "El negocio principal de ese firma es el mercadeo piramidal; además, ponen demasiado énfasis en el software, cuando lo verdaderamente importante es contar con un flujo positivo de dinero", dice Norm Bour, quien promueve otro sistema de pago acelerado de la hipoteca denominado Mortgage Accelerator Plus, que se comercializa a un precio de 1,295 dólares.
Bour explica que transferir fondos desde una línea de crédito (generalmente con interés más alto que el del préstamo hipotecario) tiene sentido debido a que el interés en estas cuentas es simple, mientras que en las hipotecas es compuesto.
"Por eso, en los préstamos hipotecarios en los primeros 10 años no se paga ninguna parte sustancial del principal, sino prácticamente sólo intereses", dice Bour, quien señala que estos préstamos "han sido creados desde el punto de vista de los bancos y para favorecerles a ellos".
Larry Clay, uno de los clientes de Harris, considera que los 3,500 dólares pagados por el MMA valen la pena, sobre todo si, como planea, consigue pagar su casa de alrededor de un millón de dólares en menos de siete años.
"El sistema me ha ayudado a hacer cálculos realistas sobre mi flujo de ingresos, y mis posibilidades de pagar la casa mucho antes de los 30 años inicialmente establecidos", dice Clay, quien sólo lleva unos meses utilizando el software.
Sin apoyar ninguna marca en particular, Brad Stroh, cofundador de la consultora Bills.com, considera que estos sistemas de "fusión de cuentas de efectivo" pueden ser una buena solución para mucha gente.
McGraime, no obstante, advierte que este tipo de sistemas no ha sido ratificado por ninguna organización financiera respetable del país, al menos por el momento.