Obama y el sueño americano
Por Mario Vargas Llosa
Diario Las Americas
(Puede verse también Obama, visto desde el exterior)
El año pasado dicté un curso semestral en la Universidad de Georgetown, en Washington DC. La gran mayoría de mis estudiantes tenía un absoluto desinterés por la política, con excepción de tres de ellos –dos mujeres y un varón, los tres blancos- que iban a clases con insignias del senador Barack Obama, quien en ese entonces todavía no había anunciado que se presentaría a la pre selección por el Partido Demócrata de su candidato a la Presidencia. Los tres jóvenes se habían ofrecido ya como voluntarios si se confirmaba su candidatura y me los imagino ahora trabajando afanosamente entre los 9,500 voluntarios que, según leo en Time Magazine de esta semana, han realizado la proeza de conseguir para su candidato, a través del teléfono, las cartas y sobre todo el Internet, donaciones de 32 millones y medio de dólares en el segundo trimestre de este año, es decir unos l0 millones de dólares más que las obtenidas por Hillary Clinton.
Pero acaso esta ventaja no lo diga todo. Lo importante es que la suma alcanzada por Obama procede de pequeñas cantidades enviadas por unas 258 mil personas, la mayoría de medianos y pequeños ingresos, en tanto que la de la senadora neoyorquina se origina en donantes menos numerosos y de más altos ingresos.
Según las encuestas, hoy Hillary Clinton ganaría la nominación demócrata a Barak Obama por 37% a 23%, pero todavía queda mucho pan por rebanar. El factor decisivo puede ser el voto negativo, que es despiadado contra la senadora –la mitad de los electores votarían por cualquiera para impedir que ella ganara- en tanto que la hostilidad del electorado contra el senador es muy reducida y se concentra sobre todo en minorías racistas, en tanto que su radio de simpatía o no antipatía (no es lo mismo) abarca por igual amplios sectores de blancos, negros e hispanos. Todas las encuestas señalan, por ejemplo, que del 12 por ciento de votantes que respaldan a John Edwards la gran mayoría apoyaría a Obama si su candidato abandona la partida. Yo, personalmente, creo que sería muy bueno para el Partido Demócrata tener al senador como su candidato y todavía mejor para los Estados Unidos si éste ganara los comicios presidenciales.
La razón mayor que se esgrime en contra de su elección es su falta de experiencia ejecutiva en cuestiones de gobierno. La tenía todavía menos que él John Kennedy cuando fue elegido y en su breve gestión resultó un magnífico estadista que inyectó a la sociedad estadounidense un formidable dinamismo y un contagioso idealismo a toda la generación joven. Y eso es lo que necesita a gritos Estados Unidos después de este período de mediocridad, confrontación y desgarramiento: un líder nuevo, no contaminado con la politiquería menuda, que, trascendiendo la mera coyuntura, hable con un lenguaje genuino y persuasivo de los grandes problemas y sea capaz de transmitir un mensaje de esperanza, de confianza en el sistema y en el futuro, de solidaridad con los que sobrellevan la peor parte de la sociedad de la abundancia, y que toque por igual a los norteamericanos de todas las razas, culturas y estratos económicos. Creo que ningún otro candidato, ni demócrata ni republicano, es capaz de semejante empresa, con la sola excepción de Barack Obama.
Las credenciales de éste y de su esposa Michelle no pueden ser mejores. Hijo de un inmigrante negro africano y de una mujer blanca de Kansas, Obama se educó en Hawai y pasó una temporada larga en Indonesia, donde vivió la experiencia de un país subdesarrollado y musulmán. Gracias a sus méritos consiguió llegar a la universidad más prestigiosa del mundo, Harvard, donde fue un alumno estrella de la Law School cuya revista dirigió (por elección de toda la escuela, donde tanto los estudiantes blancos como los de color lo apoyaron). Michelle, por su parte, nacida en una familia modesta de Illinois, consiguió también gracias a sus sobresalientes estudios ser aceptada en Princeton y en Harvard, donde se graduó con honores. Ambos se conocieron haciendo trabajo social en las comunidades marginales de Chicago, de modo que, antes de que Barack Obama iniciara su carrera propiamente política, postulando a una representación local, ya llevaban ambos varios años de trabajo comunitario, inmersos en los sectores más violentos, pobres y desesperanzados de la sociedad estadounidense.
Desde que descubrí el entusiasmo de mis tres estudiantes de Georgetown por Obama, del que hasta entonces no sabía nada, he procurado seguirlo, escucharlo y leerlo. No es un político al uso, sino una personalidad singular, excepcionalmente franca y persuasiva, que evita los estereotipos y las banalidades y no vacila en ir contra la corriente en defensa de sus convicciones. Su discurso frente a la comunidad negra, sobre todo, es tan riesgoso como principista: nada de victimismos ni lloriqueos, con todas sus limitaciones el sistema es suficientemente flexible y abierto como para vencer el infortunio, progresar y alcanzar unos niveles de vida decentes. Los negros no deben perder el tiempo lamentándose por los horrores del pasado, sino remangarse las camisas y ponerse manos a la obra para erradicar los males del presente, al igual que los hispanos, los demás inmigrantes y las decenas de decenas de americanos blancos que padecen escasez, abusos o viven por debajo de sus anhelos. El “sueño americano” no es un eslogan, sino una realidad que puede sufrir recesos momentáneos, como el actual, pero puede volver a funcionar como un marco de justicia y libertad para todos si los ciudadanos invierten en ello mucho trabajo e ilusión y los gobernantes dictan leyes justas y saben hacerlas respetar. Los términos claves de su discurso son reconciliación, solidaridad, abrir más y más oportunidades para todos y emprender una lucha implacable contra la corrupción, los favoritismos, el privilegio y el abuso.
El senador Obama estuvo desde un principio contra la intervención armada en Irak, algo que es una credencial ante los votantes de izquierda, pero, sin embargo, sobre este delicado asunto se muestra ahora sumamente pragmático y prudente, pues, en vez de exigir un retiro inmediato e incondicional de las fuerzas militares estadounidenses, propone una salida gradual y correlativa a la cesión de responsabilidades a las autoridades y fuerzas militares iraquíes, a fin de evitar el caos y, sobre todo, el aniquilamiento por los fanáticos de distintos pelajes de ese amplio sector de la sociedad iraquí que apostó por la democratización y se ha visto destrozado a mansalva por los extremistas suníes, chiíes y las distintas sectas y grupúsculos terroristas.
La buena salud del sistema político norteamericano consiste en haber hecho realidad aquello que Kart Popper sostenía era el ideal de una democracia: una institucionalidad que impidiera a los gobiernos hacer mucho daño. Estados Unidos ha tenido algunos malos presidentes, cuyos desafueros dejaron dramáticas secuelas en los ámbitos económicos, sociales y morales. Pero estas consecuencias hubieran podido ser infinitamente peores si el sistema de contrapesos, balances y, sobre todo, la descentralización del poder, de sus instituciones, no hubiera servido de freno y corrección de aquellos errores. Por eso, pese a todo lo malo que se le pueda achacar –y vaya si hay un país sobre la tierra que es sometido a un escrutinio sesgado y feroz por la miríada de enemigos con que cuenta- cada vez ha conseguido rehacerse a sí mismo desde sus raíces. Por eso sigue siendo tan próspero, libre y poderoso.
Aunque no gane la nominación demócrata y por lo tanto quede fuera de la carrera presidencial, Barack Obama ha conseguido ya un logro impresionante: volatilizar aquel prejuicio según el cual pasarían muchas generaciones antes de que un negro pudiera ser elegido Presidente de los Estados Unidos. El interesante informe que presenta esta semana la revista Newsweek al respecto es concluyente. Una encuesta nacional llevada a cabo por la Newsweek Poll, da estos sorprendentes resultados: un 92% de las personas consultadas declaran que ellas sí votarían por un negro para la Presidencia y un 59% creen que el conjunto de la sociedad sí está preparada para aceptar un mandatario de color. El mensaje interracial que ha sostenido el senador Obama desde el inicio de su campaña no puede haber dado mejores frutos: pese a haber un candidato de color, la raza no va a ser un factor decisivo a la hora de votar para los ciudadanos norteamericanos en esta elección.
A diferencia de lo que ocurre en otras partes, como América Latina, donde en cada consulta electoral es el sistema mismo el que se pone a prueba, en Estados Unidos, una sociedad con una capacidad autocrítica pugnaz e ilimitada, la confianza en el sistema está sin embargo profundamente arraigada en la inmensa mayoría de la colectividad y quienes lo cuestionan y quisieran erradicarlo han sido siempre minorías insignificantes, sin la menor gravitación electoral, de existencia efímera. Por eso, aunque ha padecido crisis profundas, como el crash del 29 o la era de McCarthy y la caza de brujas, Estados Unidos no ha tenido nunca dictadores y su democracia se ha autoregenerado cada vez, con ayuda de líderes sanos, idealistas e incorruptibles. Ya era hora de que una de estas figuras renovadoras de la democracia americana fuera un joven de piel oscura, salido de uno de esos bolsones sociales deprimidos y conflictivos de la sociedad, al que el sistema permitió, pese a sus taras, superar la adversidad, salir adelante y dedicar su vida a luchar para que otros millones de norteamericanos desfavorecidos pudieran seguir su ejemplo.
©Mario Vargas Llosa 2.007.
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Lo que se vive en los estados unidos es algo para tomar como modelo o como ejemplo para las personas de color o hispanas .
Se esta demostranto que con esmero y dedicacion se puede conseguir todo, no basta ser blanco con ojos azules para alcanzar muchas cosas sin menos preciar , esta raza . pero ante todo somos una sola que es la raza humana capaces de dar la mano (ayudar) o menospreciar a alguien asi es el ser humano, y que bien por este candidato que si gana sera uno de los mejores presidentes de Estados Unidos. Es mi apreciacion personal.
Gracias
Publicado por: marcos callao | 3 de abril de 2008 a las 15:34
¡Increíble, pero cierto! - Durante estos meses en Ciudad de México, han "cabeceado" Las noticias de las elecciones en USA, dando a entender en toda ocasión que la fortaleza de Obama no es tanta...
Mientras tanto, los otros candidatos han sido llevados en charola de plata ;) - y se exhaltan los comentarios más triviales de los Clinton y los McCain.
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Buena Suerte, Votantes Americanos.
¡¡¡Amor para todos por igual!!!
Publicado por: Javier Rocha 70 | 3 de abril de 2008 a las 2:41
Yo creo que Barak Obama no solo tiene raices en Kenia, ya que obama es un nombre que proviene de Africa Central y se utiliza en paises del habla fang como Guinea Ecuatorial, Gabon y camerun.
Algo me dice que Sarah Obama, la abuela del candidato democrata tiene su origen en uno de los paises arriba mencionados.
Publicado por: Juan Eliseo Mbomio Nsue | 13 de marzo de 2008 a las 6:47
Excelente ponenecia sobre la carrera hacia la presidencia de Barack Obama, espero que sea el presidente de Estados Unidos, es necesario la renovacion urgente!
Publicado por: mikedomo | 12 de marzo de 2008 a las 8:20
Hace unos 3 meses me llamo poderosamente la atencion de que un hombre de color aspirara con posibilidades de ganar a la presidencia del pais mas poderoso del mundo.
Hoy estoy seguro de Obama sera el presidente de los EstadosUnidos, es una prueba mas de que en este pais se puede cumplir el sueno americano
Publicado por: Carlos Garcia | 3 de marzo de 2008 a las 8:07
Una pregunta, América es un País o un Continente?
Publicado por: Plinio | 27 de febrero de 2008 a las 18:27
Me parece estupendo y super acertado este analisis sobre Obama.
Yo como hijo de inmigrantes(madre de Guinea Ecuatorial y padre Afroamericano)estoy mas que sensibilizado con el tema.
Aqui desde España intento seguir muy de cerca toda la evolucion del camino de Obama hacia la Casa Blanca, esta evolucion demuestra que algo esta cambiando en el mundo y que lo imposible se torna posible.
Se merece llegar donde pretende por ser un candidato mas que apto para desempeñar un papel de tal envergadura.
Un Saludo
Publicado por: Ronnie | 14 de febrero de 2008 a las 19:47
Me parece excelente las apreciaciones que hace Vargas Llosa sobre Obama.
Considero que es una gran oportunidad para un hombre de color con sus cualidades llegar a la presidencia de ese gran país.
Incluso unas de sus últimas declaraciones respecto a sus hermanos del sur no dejan de tener buen efecto sobre los votantes de origen latino americano, sino que verdaderamente, los Estados Unidos de Norte América, no se puede dar el lujo, o el olvido de que para establecer un buen equilibrio mundial, y poder seguir gozando de las libertades que su constitución establece, es más que necesario y casi urgente crear un bastión de democracia, libertad, respeto por las personas, por las religiones y por la propiedad privada, en todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
EE.UU, y si Obama llegara a la presidencia, creo que no solo tiene la calidad e inteligencia suficientes, sino también el derecho y porqué no la obligación de liderar un movimiento de esta naturaleza, para terminar de una buena vez con toda la especie de dictador bananero que existe en nuestro continente, desde Castro,Chávez, y hasta la Antártida.
Van mis mejores deseos de que Obama alcance la primera magistratura. Un cordial saludo.
Publicado por: Santiago | 12 de febrero de 2008 a las 9:45
Estimado Editor: la elocuencia del escritor y compatriota M Vargas Llosa llega a su limite cuando describe las bondades democraticas de USA.
El pais tiene un sistema electoral complicado y disenado como un filtro para detener a politicos como el Senador Obama, quien propone cambios elementales en este pais. A esto agreguele un sistema judicial regido fundamental por un pequeno grupo de jueces conservadores. Si no preguntese como llego George Bush a la presidencia. Si hay cosas buenas en este pais, pero hay que vivir aqui para ver todos los matizes del "sueno americano".
Publicado por: Juan Ibarra | 8 de febrero de 2008 a las 11:20
Como y donde puedo leer este en Inglés?
Publicado por: Karenzinha | 4 de enero de 2008 a las 2:55