Unos 120 países están desarrollando modos de utilizar Internet como un arma para atacar a los mercados financieros, los sistemas informáticos gubernamentales y las empresas de sus 'potenciales enemigos'. Esta situación puede desatar en las próximas décadas lo que se ha llamado "guerra fría cibernética".
Estás son las conclusiones del informe anual de la compañía de seguridad en la Red McAfee, para la que esta circunstancia podría convertirse en una de las mayores amenazas para la seguridad en la próxima década.
Los servicios secretos ya prueban de manera rutinaria las redes de otros estados en búsqueda de puntos débiles, y sus técnicas son más sofisticadas cada año, indicó. Los gobiernos deben incrementar sus defensas de manera urgente contra el espionaje industrial y los ataques a las infraestructuras.
"El cibercrimen ahora es una cuestión mundial", ha asegurado Jeff Green, vicepresidente senior de McAfee Avert Labs. "Ha evolucionado significativamente y ya no es sólo una amenaza para la industria y los particulares, sino también cada vez más para la seguridad nacional", agregó.
China, a la cabeza
El informe sostiene que China está en la vanguardia de la ciberguerra. Este país ya ha sido culpado de ataques en Estados Unidos, India y Alemania. "Los chinos fueron los primeros que usaron los ciberataques para objetivos políticos y militares", dijo en el informe James Mulvenon, director del Centro de Inteligencia e Investigación en Washington.
Sin embargo, este argumento ha sido negado repetidas veces por Pekín. La más reciente, hoy mismo, después de conocerse el informe, por parte de Liu Jianchao, portavoz del gobierno chino. El político, además de negar la acusación del Virtual Criminology Report, afirmó que sus también redes han sido atacadas "a menudo por hackers de otros países" y pidió reforzar la cooperación internacional en este ámbito.
El estudio fue elaborado con datos de académicos y responsables de la Agencia británica del Crimen Organizado Grave, de la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos y de la OTAN.
Primeros ataques
Los ciberataques de abril y mayo de este año a páginas de Internet privadas y del Gobierno en Estonia fueron "sólo la punta del iceberg".
Estonia dijo que miles de páginas fueron afectadas por ataques destinados a dañar la infraestructura de un país muy dependiente de la red. Los ataques parecieron provenir inicialmente de Rusia, aunque el Kremlin negó haber tenido alguna implicación.
El informe de McAfee predijo que los ataques del futuro serán más sofisticados. "Los ataques han progresado desde pruebas iniciales por curiosidad a operaciones bien financiadas y bien organizadas por espionaje político, económico y técnico", concluyó.