Berlín - La corrupción en América Latina se mantiene estancada. Sólo tres países -Chile, Uruguay y Costa Rica- sacan un "aprobado" en el Índice de Percepción de la Corrupción, presentado por Transparencia Internacional. Argentina, Nicaragua, Paraguay, Ecuador y Venezuela figuran entre los países más corruptos del mundo.
La corrupción en América Latina se mantiene estancada. Sólo tres países -Chile, Uruguay y Costa Rica- sacan un "aprobado" en el Índice de Percepción de la Corrupción, presentado por Transparencia Internacional. Argentina, Nicaragua, Paraguay, Ecuador y Venezuela figuran entre los países más corruptos del mundo.
Informe Transparencia Internacional
2008 indice de percepcion:
(puesto en ranking mundial)
23. Chile
23. Uruguay
36. Puerto Rico
47. Costa Rica
65. Cuba
67. El Salvador
70. Colombia
72. México
72. Perú
80. Brasil
85. Panamá
96. Guatemala
102. República Dominicana
102. Bolivia
109. Argentina
126. Honduras
134. Nicaragua
138. Paraguay
151. Ecuador
158. Venezuela
177. Haití
El IPC, que diagnostica la corrupción en 32 países del continente americano, refleja que muchos de los programas que aplican los gobiernos latinoamericanos con el fin de combatir la corrupción han fracasado, según puede leerse en el informe. La propia presidenta de TI, Huguette Labelle, que destacó los esfuerzos realizados por países como Chile, a donde viajó recientemente apuntó que "la población espera a ver si los gobiernos realmente llevan a la práctica las medidas anti-corrupción que prometen".
Chile, considerado junto con Uruguay, el país menos corrupto del continente americano, por detrás de Canadá y EEUU, pero por delante de Eslovenia, Estonia o España, se coloca en el puesto 23 de entre los 180 países que supervisa Transparencia Internacional. Durante los últimos años, el crecimiento económico superior al cinco por ciento en el subcontinente, no ha mermado la desigualdad económica, y son las familias menos adineradas las que tienden sin embargo a pagar con mayor frecuencia sobornos, a costa de los magros ingresos familiares, concluye el documento.
Juanita Riaño, responsable de investigación de TI, habló de un "estancamiento" en la batalla contra la corrupción en América, como refleja el hecho de que "de los 32 países que recoge el índice, 22 estén por debajo de cinco puntos" (en una escala del uno al diez, donde diez sería el menos corrupto), apuntó. Cifró los problemas Riaño en "el sistema judicial, los servicios públicos y la captura del estado por parte del sector privado".
Riaño apuntó, además, que el IPC de Transparencia Internacional funciona como un "semáforo" o una llamada de atención, pero no identifica las instituciones corruptas, para los que TI elabora otros barómetros, como el Índice de Fuentes de Soborno. El Informe sobre Corrupción Global de 2007 ya reveló que la menor confianza en el poder judicial se registra en América Latina, con un 73 por ciento de los encuestados en diez países convencidos de que el sistema judicial de su país es corrupto.
En el IPC 2008 son Chile, Costa Rica, Cuba, Perú, México, Panamá, Guatemala, Bolivia y Honduras, donde se registra una ligera mejoría a la hora de combatir esta lacra o así lo perciben sus habitantes. Y es en Uruguay (pese a estar entre los 25 países menos corruptos del mundo), El Salvador, Nicaragua, Ecuador y Venezuela, donde se percibe un empeoramiento con respecto a 2007.
Argentina sigue apareciendo entre los países más corruptos del planeta, con el puesto 108, detrás de Bolivia, Guatemala, Albania, Sri Lanka o Gabón. La lista de los que tienen organismos públicos más enviciados en la región se comparte con Honduras, Paraguay, Ecuador y Venezuela.
En lo que respecta a Norteamérica, la situación en Estados Unidos no ha mejorado durante los últimos tres años. Con 7,3 puntos sobre 10, ocupa el puesto 18, a la cola entre los países industrializados, pero antes que Chile y Uruguay (que comparten el puesto 23). El informe asegura que se extiende la sensación en EEUU de que la política financiera necesita de amplias reformas, para frenar la influencia de los "lobbies" y grupos de interés en la política. El alumno ejemplar del continente es Canadá, ya que con un noveno puesto se coloca entre los diez menos corruptos del mundo.
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