Por Pilar Marrero
Hoy, Nueva York
Se pronostica que tendrán una audiencia sin precedentes
| 2008-09-24 | Hoy Nueva York
Los tres debates presidenciales y el único vicepresidencial, todos televisados en vivo, tendrán seguramente una audiencia sin precedentes en Estados Unidos y también, la posibilidad de cambiar la jugada de una campaña que ya está llegando a su recta final, señalan expertos.
El próximo viernes 26 se celebra el primer encuentro formal patrocinado por la Comisión Nacional de Debates Presidenciales entre Barack Obama y John McCain y se centrará en política exterior.
Como en anteriores elecciones, en particular aquellas donde las encuestas muestran una competencia cerrada, los debates serán especialmente importantes.
"Los debates siempre tienen el potencial de ser cruciales para los candidatos, sobre todo si alguno se equivoca en algo, porque no puedes retractarte o cambiar lo que has dicho en un foro que millones de personas están viendo en vivo", dijo Fernando Guerra, profesor de ciencias políticas de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles.
Al ser consultados sobre la importancia de los debates, los expertos inmediatamente comienzan a recordar momentos históricos, en los que una buena o mala impresión dada en un debate, una declaración errada o un simple gesto, tuvieron consecuencias electorales.
Casi todos mencionan la primera serie de debates televisados en la historia de Estados Unidos: los de 1960 entre Richard Nixon y John F. Kennedy.
"Tienes que ir hasta 1960 para encontrar una serie de debates tan importantes o llamativos como los que estamos a punto de ver", dijo Alan Hoffenblum, un asesor político republicano.
Esos encuentros demostraron que los debates televisados son armas de doble filo y que la imagen importa tanto o más que el contenido.
"Kennedy ganó para quienes lo vieron por televisión, ya que lucía bronceado y atractivo en la pantalla", señaló Sherry Bebitch Jeffe, profesora de política y medios de la Universidad del Sur de California (USC). "Nixon estaba sudando y se veía pálido. Pero quienes lo escucharon por radio creyeron que Nixon ganó porque sus respuestas eran más sustantivas".
Kennedy ganó las elecciones.
A menudo, un gesto inadvertido durante un debate puede convertirse en días o semanas de cobertura negativa para un candidato: como el gesto de George Bush padre en 1988 de mirar el reloj mientras debatía con Bill Clinton o la cara de impaciencia —que algunos calificaron de arrogancia— de Al Gore en 2000, en uno de los foros con el ahora presidente George W. Bush.
En los debates de este año, algunos expertos indican que el contraste entre los presidenciables se hará más que evidente, y depende de quien opine, para ventaja o desventaja de ambos candidatos.
"Tendrás a un hombre joven y de raza negra, con un hombre mayor y de raza blanca", dijo Guerra. "Ya de por sí este es un contraste importante".
La forma en que se conduzcan los candidatos será tan importante como su imagen y su sustancia.
"Obama quiere que el electorado juzgue su temperamento y quiere demostrar que es equilibrado", apuntó David Ayón, analista político y profesor. "Yo imagino que buscará provocar a McCain".
Los debates son especialmente importantes para el candidato que llega a ellos con desventaja en las encuestas, dijo el asesor republicano David Johnson, quien trabajó con la campaña presidencial del republicano Bob Dole en 1996.
"En este caso, McCain parece que va a llegar a los debates en desventaja, y en este contexto, no puede darse el lujo de hacer un error", dijo Johnson.
En todo caso, los debates modernos deben combinar sustancia e imagen de forma convincente. El debate sobre política exterior es importante tanto para McCain como para Obama.
Para el primero porque tiene que ganar la discusión ya que es un tema en el que se supone que él tiene la ventaja y para el segundo, porque debe demostrar el conocimiento de los temas que el votante duda si realmente posee o no.
"McCain tiene que mostrar y demostrar que, en efecto, es el comandante en jefe", agrega el asesor republicano. "Si se equivoca le puede costar mucho".
El primero de los encuentros se realizará el próximo viernes 26 de septiembre en la Universidad de Mississippi y girará en torno al tema de política exterior y seguridad nacional.
Será televisado en vivo a las nueve de la noche, hora del Este, seis de la tarde, hora de Los Ángeles.
Luego vendrán el vicepresidencial en St. Louis, Missouri el 2 de octubre, el segundo presidencial que se realizará es el 7 de octubre en Belmont University, en Nashville, Tennessee y el tercero a celebrarse el 15 de octubre en Hofstra University en Hampstead, Nueva York.
Se trata de encuentros televisados donde los candidatos se enfrentan bajo presión y una audiencia en vivo y que en una contienda tan cerrada como la actual pueden inclinar la balanza hacia uno u otro de los competidores. Los formatos serán diferentes y los detalles han sido acordados por las campañas y con el patrocinio de la Comisión para Debates Presidenciales.
El primer encuentro será un debate de preguntas y respuestas con los candidatos colocados en podios y un moderador único, el periodista Jim Lehrer. El segundo será estilo Town Hall con preguntas de la audiencia y de internet, y será moderado por Tom Brokaw. El tercero tendrá como tema la economía y otros asuntos domésticos y los candidatos aparecerán sentados en torno a una mesa. El moderador será Bob Schieffer.
Aún faltaba por definirse el formato del encuentro vicepresidencial entre Sarah Palin y Joe Biden.