Por Hugo Alconada Mon
La Nación
WASHINGTON.- El Capitolio dijo no ayer y le asestó un durísimo revés al presidente George W. Bush. Pero ¿a quién le importa, si el texano transita sus últimos cuatro meses en el Salón Oval? Más relevante es que tanto el demócrata Barack Obama como el republicano John McCain apoyaron el plan. Si éste es el liderazgo que muestran ahora, ¿qué cabe esperar después? Más aún, ¿y ahora, qué? ¿Cómo continuará la historia?
Si las palabras que mencionan los referentes de ambos partidos, la administración Bush y los rostros más visibles de las finanzas de este país sirven de algo, lo que anticipan es por demás inquietante: "colapso", "catástrofe", "derrumbe", "desastre", "depresión" y, sobre todo, "pánico".