Por Andrew Batson
The Wall Street Journal
BEIJING—El crecimiento de las importaciones en China se ha desacelerado por segundo mes consecutivo, en lo que constituye una nueva señal de que el apetito del país por materias primas tal vez ya no sea tan voraz como se había pensado.
Las importaciones de bienes en septiembre subieron un 21,3% en dólares, con respecto al mismo mes del año anterior, informó el lunes la Administración General de Aduanas de China. El crecimiento había sido de 23,1% en agosto y de 33,7% en julio. En los primeros meses de 2008, la expansión de las importaciones promedió casi un 30%.
Mientras las importaciones pierden fuerza, las exportaciones permanecen estables. Las exportaciones en septiembre subieron 21,5% frente a igual mes del año pasado. El alza de agosto fue de 21,1%.
Esto sorprendió a muchos analistas que habían pronosticado que la desaceleración económica global tendría un profundo impacto en China.
El alza en los precios de los commodities a principios de año aumentaron sustancialmente los costos de importación de China, por lo que parte de la desaceleración puede ser atribuida al reciente declive en los precios. Sin embargo, los números también parecen reflejar un enfriamiento de la economía china. La producción de acero, por ejemplo, se ha reducido marcadamente y el nivel de nuevas construcciones ha caído.
"Es una señal de que el crecimiento está perdiendo fuerza, pero no podemos exagerar la importancia de esto", señaló Ben Simpfendorfer, economista de Royal Bank of Scotland en Hong Kong. Los precios de las materias primas están colapsando, por lo que es lógico que los compradores chinos de materias primas se estén replegando, al menos temporalmente".
Así como el auge de China impulsó parte del aumento en los precios de los commodities, las reevaluaciones de la probable demanda del país durante una posible recesión global han contribuido a la reciente caída en los precios mundiales. Aunque se espera que el crecimiento de China caiga a aproximadamente 9% este año, en comparación a más de 10% en los últimos años, aun eso podría traducirse en una reducción importante en la demanda de commodities.
Las caídas en los precios de las materias primas y la debilidad de las importaciones en China han tenido otra consecuencia: el renovado crecimiento del ya enorme superávit comercial del país. El superávit de China disminuyó en los primeros dos trimestres del año, pero volvió a aumentar en el trimestre que terminó el 30 de septiembre, subiendo un 12% para alcanzar los US$82.000 millones. De hecho, el superávit en septiembre —US$29.300 millones— marcó un récord mensual.
Además, el deterioro del panorama económico de los tres grandes mercados para China —Estados Unidos, Europa y Japón— ha hecho que los analistas esperen que las exportaciones del país se desaceleren de forma más pronunciada en los próximos meses.
Eso, a su vez, podría provocar un debilitamiento aún más pronunciado de la demanda de importaciones, ya que una gran porción de esta son partes y materias primas usadas para fabricar bienes de exportación.
La demanda de energía, por lo menos, no parece estar colapsando. Datos parciales divulgados por la aduana indican que China importó 15 millones de toneladas de petróleo en septiembre, lo cual estaría en línea con las últimas tendencias de crecimiento.