Por José Guerra Castillo
El Expreso de Guayaquil
Contando con las elecciones generales de febrero, serán cuatro las ocasiones en que el electorado acudirá a las urnas desde que Rafael Correa asumió la Presidencia. Mientras que las tres elecciones pasadas costaron en su ejecución $101 millones, en las de febrero se prevé un desembolso de 70 millones adicionales.
La primera ocasión fue la consulta popular del 15 de abril de 2007, donde el 80% de los votantes aprobó la convocatoria a la Asamblea Constituyente, esta tuvo un costo de $17 millones. ¡Ah el palacio de Montecristi hoy abandonado! Le siguió la elección de asambleístas realizada en septiembre del año pasado donde el régimen obtuvo 80 asambleístas y que costó $ 19 millones! Esto sin contar el desembolso adicional de 30 millones por concepto de publicidad: “La patria ya es de todos” ¡atosigándonos! El Estado cubrió los gastos publicitarios de más de mil candidatos. Finalmente el referendo del 28 de septiembre de este año, donde el Sí logró el 63% de los votos y donde se gastaron $35 millones.
En total las cuatro elecciones, más del desembolso publicitario en canales de televisión y emisoras de radio y propaganda de prensa, etc. le significó al Estado un gasto de $171 millones.
René Maugé, vicepresidente del TSE declaró en “Vanguardia”: “Si la elección de asambleístas costó $43 millones hablamos de un proceso que sobrepasará los 60 ó 70 millones de 2009.
Los datos los hemos tomado de los diarios “Hoy”, “El Comercio” y “País” que tenemos la suerte de recibir gratuitamente gracias a nuestras viejas amistades y parientes con plata.
Ahora, pónganse a pensar queridos y pacientes lectores: ¿Cuántos millones más se gastarán para el año entrante cuando el Sí auspicie los nuevos períodos a la Presidencia de la República del cada vez más poderoso y caprichoso Presidente que se elegirá para ocho años?
¿Cuántos cientos de ministros y altos funcionarios serán cambiados y recambiados cada mes. Cuántos ministerios más se crearán? ¿Cuántos millares de millas del planeta recorrerá nuestro Presidente volante en sus nuevas relaciones con China y países árabes? ¿Llegará a la edad de Fidel y cambiará definitivamente el Himno de Neumane por “Patria, tierra sagrada”?
De todas maneras “La piedra en el zapato constituirá la elección de Jaime Nebot para la Alcaldía de Guayaquil. Los “monos” no podemos, no queremos retroceder. Guayaquil es parte importantísima del Ecuador. No proclamamos la autonomía política. Insistimos en la necesidad urgente de un diálogo entre el Presidente y el Alcalde de Guayaquil. Y que pongan coto al gasto millonario para propaganda de Correa. El país transita el camino de la ruina”
¡El socialismo del siglo XXI es un absurdo! pero sobre todo constituye un fracaso.