Por Ramón Parellada
Siglo XXI
Cuando los precios suben, como ocurrió casi todo el año pasado y hasta la mitad del presente, muchas personas, entre las que se encuentran algunos políticos y economistas mal formados, tienden a culpar a los especuladores. ¿Dónde están los especuladores cuando los precios bajan? Ahora que los precios están cayendo, ninguno de ellos “culpa” o “agradece” a los especuladores.
La razón es obvia. Los especuladores no son los culpables de las tremendas alzas ni caídas de los precios. La explica-ción la encontramos en hechos fundamentales, como lo ha sido, hasta hace poco:
-Una mayor demanda mundial de casi todos los commodities.
-Las intervenciones gubernamentales mediante subsidios a los biocombustibles que encarecieron los productos agrícolas, principalmente el maíz, luego el trigo y todos los demás granos.
-Las restricciones a las exportaciones de algunos granos, como el arroz, por parte de los principales países productores, por razones de seguridad alimentaria haciendo que el precio del producto protegido se disparara mundialmente más allá de lo que lo hubiera hecho el mercado sin esas barreras.
-La falsificación de la tasa de interés, haciéndola artificialmente más barata de lo que las personas en libertad hubieran determinado, distorsionando así las decisiones empresariales entre inversión de largo y corto plazo.
-Una excesiva emisión de dinero sin respaldo debilitando el dólar, creando inflación y afectando todos los precios que se veían más caros en términos del dólar americano.
-Restricciones antojadizas al comercio y distorsión de precios.
Las razones hacia la baja se encuentran, de nuevo, en los fundamentos del mercado y no en la especulación como:
-La caída de la demanda mundial después de la debacle intervencionista que ha llevado a Estados Unidos, y al mundo, a una de sus peores crisis financieras y económicas en años.
-El ajuste del consumidor cambiando sus hábitos ante la nueva estructura de precios altos (por ejemplo: en Estados Uni-dos y el resto del mundo se ha acelerado la tendencia de usar menos el automóvil y más el transporte colectivo, así co-mo la sustitución de vehículos con motores grandes por los de menor cilindraje).
-La mayor oferta esperada de commodities y todos los demás productos, incentivada por los pasados altos precios.
El especulador tiene un papel muy importante en cualquier mercado como estabilizador o amortiguador de precios. Es un freno a la volatilidad. Evita que los precios suban más en épocas de mayor escasez relativa de un determinado pro-ducto con su acción de ir vendiéndolo mientras el precio va aumentando. Así, pone a disposición el producto que guardó en épocas que el precio estaba más barato. Por el contrario, evita que el precio caiga muy bajo cuando hay demasiada oferta relativa de un producto con su acción de ir comprándolo para guardarlo cuando la demanda está casi ausente y esperar a que el precio suba para volver a colocar ese producto en el mercado. Todo esto lo hace bajo su propio riesgo, asumiendo pérdidas si se equivoca y ganancias cuando acierta. Al perseguir su propio interés logra beneficiar, con sus acciones de compra o venta, a todos los demás, a la sociedad entera.
Los críticos de la especulación harían bien en estudiar los principios básicos que explican la formación de los precios y sus variaciones.