Estados Unidos evaluaba el jueves la posibilidad de tomar el control de algunas acciones en bancos, antes de una reunión del Grupo de los Siete países más ricos del mundo en la que tratarán de buscar fórmulas conjuntas para evitar una ruina financiera.
El Departamento del Tesoro planea comenzar a inyectar capitales directamente en los bancos de Estados Unidos a fines de octubre, según una fuente cercana a Henry Paulson, secretario del Tesoro.
Sería la medida más reciente para combatir la expansiva crisis financiera que ha llevado a grandes economías a rescatar bancos, a inyectar liquidez a los mercados, a acordar la compra de activos con problemas de firmas financieras y a recortar las tasas de interés.
Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán bajaron sus tasas después de que el miércoles los principales bancos centrales del mundo las redujeron en una acción coordinada, que fue liderada por la Reserva Federal de Estados Unidos. Japón consideraba otras medidas frente a los nuevos signos de recesión.
Pese a todo, las acciones de Estados Unidos bajaban el jueves y los inversionistas pedían a políticos del G7 y de la Unión Europea que demuestren que pueden cooperar en forma más efectiva.
El promedio industrial Dow Jones y el índice S&P 500 bajaban alrededor del 2 por ciento, disolviendo la esperanza de que Wall Street frenaría una racha de seis sesiones negativas en las que ha perdido casi un 15 por ciento.
Las acciones europeas se hundieron más de un 2 por ciento, tras haber cotizado en alza durante gran parte del día.
Más que G7
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, seguía intentando enviar una señal de confianza sobre las perspectivas de la economía de su país.
"Tengo confianza en las perspectivas a largo plazo para nuestra economía, superaremos" la crisis actual, dijo en un evento en la Casa Blanca.
Los ministros de finanzas y los jefes de los bancos centrales del G7 se reunirán el viernes en Washington, mientras el director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, pidió más coordinación.
"La coordinación que se necesita probablemente es mayor que sólo el G7. Por ello es importante que esta reunión sea del G20", dijo Marc Chandler, jefe global de estrategias monetarias de Brown Brothers Harriman.
"Dada la fragilidad del ánimo del mercado en este momento, una decepción podría exacerbar más el problema", agregó.
Eso ha despertado interrogantes sobre qué opciones le quedan a los políticos que intentan frenar la debacle que ha arrasado con bancos desde Wall Street hasta Islandia y ha dejado a la población preocupada por la seguridad de sus ahorros y empleos.
"Si uno revisa los libros de historia, (las medidas tomadas o consideradas) son las únicas alternativas políticas de último recurso", comentó David Mackie, jefe de investigaciones de Europa Occidental de JPMorgan.
"No se me ocurre con qué otra cosa pueden aparecer aquí. Varios países han aportado un poquito", añadió. "No es totalmente obvio que estas medidas cambiarán las cosas", dijo.
Autoridades quieren liberar créditos pero todavía tienen que superar la falta de confianza que prácticamente ha congelado los préstamos entre bancos. Una opción es que otros países copien el compromiso de Gran Bretaña de garantizar los préstamos interbancarios de corto plazo.
Los costos de préstamos interbancarios descendieron el jueves pero los costos de financiación a largo plazo seguían siendo altos.
¿El tesoro, accionista?
El plan de recapitaliación de bancos por parte del Tesoro fue una opción incluida en la ley de rescate de 700.000 millones de dólares aprobada la semana pasada, mediante la cual el Gobierno comprará deudas vencidas en las financieras con la esperanza de propulsar los préstamos.
El Tesoro planea inyectar capitales a cambio de acciones comunes y preferenciales y no pretende tener escaños en los directorios en el programa voluntario, dijo a Reuters la fuente conocedora de las ideas de Paulson.
Estados Unidos seguiría así los pasos de Gran Bretaña, que el miércoles dijo que estaba preparado para inyectar 50.000 millones de libras (87.000 millones de dólares) de dinero de los contribuyentes en los bancos y para garantizar los préstamos interbancarios.
Los países de la UE siguen divididos sobre la necesidad de crear un supervisor financiero con responsabilidades supranacionales, y Paulson dijo que el enfoque "un-mismo-tamaño-para-todos" podría no ser adecuado para los miembros del G7.
Los mercados estadounidenses enfrentan una incertidumbre adicional tras el fin de una prohibición de ventas cortas de acciones financieras en la medianoche del miércoles.
Los que apuestan con ventas cortas invierten en títulos en baja y han sido culpados por especular, aunque los defensores de la táctica dicen que fueron los primeros en señalar la debilidad subyacente en las firmas financieras.
