Por Beth Fouhy
La Nación
WASHINGTON. - Se suponía que la inmigración ilegal sería el tema dominante de la campaña presidencial norteamericana. El terrorismo y la guerra de Irak también debían figurar prominentemente. Lo mismo que cuestiones sociales como el casamiento entre gays y el aborto. Nada de eso ha sucedido.
La debacle histórica de los mercados financieros en Estados Unidos pasó a ser el tema casi exclusivo de la campaña y lo demás quedó relegado. "Lo único que importa es cuál de estos tipos puede manejar mejor la economía. Todo lo demás pasa a segundo plano", comentó Jeffrey Bosworth, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Mansfield.
La crisis sin duda perjudica al republicano John McCain. Las encuestas indican que el electorado estima que los demócratas son quienes mejores posibilidades tienen de rescatar la economía y su candidato, Barack Obama, le ha sacado amplia ventaja a McCain en las encuestas desde que el mercado se vino abajo, a mediados de septiembre.
Esta nueva coyuntura, por otro lado, relegó temas que generalmente benefician a los republicanos. La inmigración ilegal es uno de los asuntos que han sido mayormente ignorados. En las primarias, los republicanos Rudy Giuliani y Mitt Romney subrayaron que habían adoptado posiciones intransigentes contra los indocumentados y McCain fue muy criticado por los conservadores por promover una reforma que contenía elementos que la extrema derecha dijo que representaban una amnistía. McCain luego tomó distancia de esa propuesta y sostuvo que la prioridad era reforzar las fronteras. La campaña de McCain esperaba que su manejo del debate inmigratorio y la forma en que enfrentó al partido en este asunto mejoraran su posición entre los hispanos y algunos independientes.
Los hispanos, sin embargo, parecen decididos a votar masivamente por Obama. Su cambio de actitud ante las reformas de las leyes migratorias perjudicó más bien a McCain.
Cuestiones sociales como el aborto y el matrimonio gay han pasado casi inadvertidas, igual que Irak y el terrorismo. "Este tema no ha recibido la atención que se esperaba hace cuatro años", señaló Paul Pillar, analista jubilado de la CIA y profesor en Georgetown. "Los candidatos no hablaron demasiado de estos asuntos, salvo las cosas de siempre: cómo ignoramos a Osama ben Laden y cómo incidió eso en nuestras políticas hacia Irak y Afganistán."
Los candidatos debatieron sobre el envío de más soldados a Irak, que McCain apoyó y Obama resistió. La llegada de 30.000 tropas adicionales ayudó a reducir la violencia en ese país y McCain la usa como ejemplo de que está mejor capacitado para ser comandante en jefe de las fuerzas armadas.
El tema, no obstante, no ha ganado fuerza. En realidad, una cantidad de asuntos relacionados con la seguridad nacional han sido obviados, incluida la creciente importancia de China y la turbulencia política en Paquistán, potencia nuclear y aliado importante en la guerra contra el terrorismo.