Por José Baig
BBC Mundo
El resultado de la votación en la Asamblea General de Naciones Unidas pidiendo el levantamiento del embargo a Cuba, no sorprendió a casi nadie. Lo que sí ha sorprendido a algunos son los cambios de posición de algunos sectores del exilio cubano con respecto al tema.
Estos cambios comenzaron a producirse poco después del paso del huracán Ike por Cuba, que dejó pérdidas millonarias y miles de personas damnificadas.
Tradicionalmente, la mayoría de las organizaciones de exiliados defendían la política del embargo, como una medida para presionar al gobierno de Fidel Castro y, en algún momento, lograr su salida del poder.
Algunos de los grupos de exiliados, de hecho, se han manifestado públicamente para pedir el levantamiento de algunas restricciones, como las prohibiciones de viajes de cubano-estadounidenses a la isla y el envío de remesas.
Jorge Mas, directivo de la Fundación Nacional Cubano-Americana, una de las organizaciones más activas del exilio, criticó hace poco la política del embargo a la que calificó de "estática, en el mejor de los casos, y en el peor, contraproducente".
"No es flexibilización"
Para Fernando Aruca, una de las voces disidentes dentro de la comunidad cubana de Miami, estos cambios de postura no son necesariamente una flexibilización con respecto al embargo.
"Hay sectores importantes del exilio que están en contra de las crueles regulaciones de 2004 (que prohíben los viajes y limitan las remesas), pero hasta ahora no he escuchado a ninguno de esos sectores decir que están en contra del embargo", afirma Aruca.
Agrega el activista que estos cambios de posición han sido impulsados por la coyuntura electoral en los Estados Unidos.
"Los candidatos demócratas, empezando por Obama, han dicho que están en contra de estas regulaciones, pero que apoyan el embargo, por lo menos hasta la toma de posesión y una posible negociación con el gobierno de Cuba", explica.
Según su análisis, esta visión promovida por los demócratas, hizo que muchos dirigentes del exilio, más cercanos al partido Republicano, reevaluaran su posición con respecto al embargo, pero solo por el temor de que su parcialidad política perdiera votos por ese tema.
Sin embargo, los observadores políticos coinciden en afirmar que el tema de Cuba es cada vez menos un elemento movilizador del voto en el sur de la Florida, donde se encuentra la mayor parte de los cubanos del país, pero con una comunidad latina cada vez más diversa.