Por Guillermo Arosemena Arosemena
El Expreso de Guayaquil
La crisis financiera no es exclusiva del sistema capitalista y de los grandes banqueros y especuladores. En esta crisis se encuentran involucrados países que practican todos los sistemas económicos, además de gente rica y sin recursos. Uno de los causantes de esta crisis es el propio ser humano que olvida que la bonanza tiene correcciones.
Desde que Kondratieff identificó los ciclos económicos a fines del siglo XIX, hay consenso de que la economía es ondulatoria. De hecho, lo que vive el mundo actualmente es el ciclo Kondratieff, que ocurre aproximadamente cada 70 años.
Culpables son los gobiernos del Primer Mundo que también toman medidas demagógicas, como la de conceder hipotecas a gente que no tiene los recursos para pagarlas. También tiene culpa el progreso humano, la gente tiene más dinero y lo utiliza para especular.
Pondré tres ejemplos de países no capitalistas, que viven una crisis más profunda que la estadounidense: Islandia, España y Alemania. El primero seguramente es desconocido para la mayoría de la gente. Este país vivía de la pesca, pero durante los últimos 10 años, su economía comenzó a crecer a tasas sin precedentes y se establecieron nuevas actividades productivas incluyendo las industrias de aluminio, energía alternativa y farmacéutica.
En la euforia del auge, la banca se endeudó a niveles demenciales, más de 100.000 millones de dólares en un país con un PIB de 18.000 millones. El dinero fue usado para comprar bancos y empresas de telecomunicaciones en Europa. Se convirtió en un pequeño centro financiero, 300.000 ingleses abrieron cuentas para depositar dinero.
La reducción del crédito internacional llevó a la banca islandesa a un estado de iliquidez y el Gobierno ha tenido que asumir el control de las tres instituciones financieras más grandes. El Primer Ministro de Inglaterra ha hecho responsable al Gobierno de Islandia de las pérdidas que puedan sufrir los depositantes ingleses. Varios países europeos, han salido al rescate y concedido préstamos a Islandia.
España es gobernada por socialistas y cuando se lee las portadas de los diarios El País y ABC, tienen igual contenido que las del Wall Street Journal. En una de ella, el titular es “Viernes Negro, el Ibex (indicador bursátil) sufrió ayer la mayor caída en su historia… Las 35 empresas del Ibex valen hoy 217.629 millones menos que el 1 de enero”.
El valor de la acciones del Banco de Santander, la empresa emblemática española, es 50% menos que meses atrás. El sector mobiliario se encuentra lleno de urbanizaciones sin venderse, así como de edificios residenciales y oficinas.
Este sector lideró el crecimiento de la economía española durante los últimos años y de él surgieron muchos millonarios. Los constructores pensaron que la prosperidad sería eterna y se excedieron en las expectativas. Este sector se encuentra en graves problemas económicos con miles de millones de dólares enterrados.
En los años de euforia de construcción en la Av. Francisco de Orellana, mencioné en mi columna periodística que se estaba construyendo demasiado y se repetiría lo ocurrido en la crisis de 1982, cuando los edificios San Francisco, Torres del Río y otros, pasaron a manos de los acreedores. En la crisis de fines del siglo XX, los promotores nuevamente se quemaron las manos. Todavía hay oficinas en venta desde esa época. Se cumplió la advertencia a un alto costo.
Alemania no es un país capitalista, pero el Gobierno salió al rescate del Hypo Real Estate, institución de emisión hipotecaria. Tuvo que entregarle 60.000 millones de dólares, monto inmensamente más grande que el recibido en Estados Unidos, por AIG de 80.000 millones, considerando que el PIB estadounidense es cuatro veces mayor que el de Alemania. El rescate de los gobiernos europeos es tres veces superior al estadounidense, teniendo la economía de la Unión Europea un tamaño similar a la primera. Como bien señala San Agustín, los pecados son personales. No hay que culpar al capitalismo de los pecados de la humanidad.