Por Rómulo López Sabando
El Expreso de Guayaquil
Dos “negocios” estatales, que cotizan en Bolsa, “Fannie Mae”, (Asociación Nacional Federal de Hipotecas, Roosevelt 1938) y “Freddie Mac” (Corporación Federal de Hipotecas para Viviendas, 1970 después de Watergate), de manejo burocrático y político, con Bancos Centrales europeos y privados extranjeros como accionistas, al impulsar y financiar las hipotecas basura, son los que quiebran al mercado bursátil y generan pánico y desconfianza.
Mueven 5 billones de dólares (US$5.000.000.000.000), la mitad del mercado hipotecario (súper regulado) de EE.UU., igual al PIB de toda América Latina.
Controladas por la “Oficina de Control de Empresas Federales de la Vivienda”, minimizaron la tasa de interés.
La FED (Reserva Federal/Banco Central) autorizó a Freddie Mac y Fannie Mae a comprar, sin colateral, hipotecas basura y bonos hipotecarios con facilidades y alta morosidad (subprime).
El Congreso y el Ministerio de “Housing and urban development” forzaron a Fan y Fred a comprar hipotecas de familias pobres.
En 1977 el Congreso con el “Community reinvestment act” obligó a los bancos comerciales dar créditos a personas de bajos ingresos en regiones deprimidas.
Los préstamos “Ninja” (No income, no job, no assets), de dudoso retorno, fueron exigidos por el Estado.
Parecía estrategia. Terminó en tragedia, no por falta de regulación del mercado sino por exceso. Abusan de “su soberanía estatal” evitando la competencia.
Es la perversa y corrupta teoría que habla de solidaridad, de equidad, de justicia, de valores, pero negocian en las sombras y los codiciosos lucran. Es demagogia.
Las “regulaciones” estatales y el proteccionismo mercantilista, contrarios a la libertad de empresa, benefician a los “empresaurios” con subsidios y privilegios.
Poderosos líderes estatales de EEUU, América latina, Asia y Europa imponen regulaciones y pervierten los mercados para “manejarlos”. Es puro mercantilismo, aprendido de J.M. Keynes. En EE.UU., con la etiqueta de “liberal” y en Europa con la de “socialismo”.
Juegan a la lotería, con el número premiado en el bolsillo.
El poder y la riqueza del Estado privilegian a “Corporaciones”, concentradas en pocas manos que, con Lobby, lo controlan. Los “de abajo”, lejos del poder, no tienen lobistas, ni asesores informados.
Fannie Mae y Freddie Mac, (rescatadas moribundas por su dueño, el propio Estado), Countrywide, Lehman Brothers, la aseguradora AIG, IndyMac y 40 más son investigadas por el FBI por fraude y anomalías contables. Ningún ente regulador del Estado impidió la gran estafa.
Por ello, la “estatización” de insolventes empresas estatales es un contrasentido semántico, una mentira ideológica, una farsa social y una falsedad económica.
Es fracaso estatal. No es falla del mercado. Son las falacias del Estado de Bienestar. (Welfare State). Es Keynes, que gobierna el mundo.