Por Eric Bellman
The Wall Street Journal
India se está convirtiendo en un gran centro de fabricación de vehículos pequeños para algunas de las automotrices más grandes del mundo.
Las exportaciones anuales de autos desde India se han quintuplicado en los últimos cinco años, y los analistas predicen un alza de casi 300% para los próximos tres años, a más de medio millón de vehículos al año.
La innovación automotriz india, como el Nano de US$2.500 de Tata Motor, ha atraído la atención mundial, pero la ola de exportaciones proviene básicamente de modelos pequeños que producen las plantas locales de fabricantes japoneses y surcoreanos como Suzuki Motor Corp., Hyundai Motor Co. y Nissan Motor Co. Desde fines de septiembre, Hyundai, la automotriz que más exporta, añadió un turno de medianoche en su planta en el sur del país con el fin de elevar la producción en un 40% y atender la alta demanda por su modelo "i10" en el extranjero.
"India tiene todo lo necesario: el mercado doméstico, la calidad y las empresas", dice Shohei Kimura, director general de Nissan Motor en India, quien llegó al país en septiembre con la meta de ampliar la capacidad local de Nissan a 200.000 unidades anuales para los próximos tres años.
A diferencia de China y otros países asiáticos, el crecimiento económico en India no ha sido impulsado por las exportaciones manufactureras sino por el sector de servicios y el consumo interno. Pero para mantener la fuerte expansión —con un promedio anual de más de 8,5% en los últimos cinco años— y absorber a millones de nuevos trabajadores, el país necesita más manufactura.
A pesar del rápido crecimiento, India sigue siendo un actor relativamente pequeño en el ramo de las exportaciones de automóviles, con 200.000 unidades en 2007, en su mayoría modelos mini y subcompactos. Japón, en contraste, exporta cerca de cinco millones de autos al año, y Corea del Sur alrededor de tres millones.
No todas las automotrices están apostando en grande a las exportaciones desde India. Honda Motor Co., que inauguró la primera fase de una nueva planta allí a fines de septiembre, ha pospuesto la plena operatividad de esa fábrica por seis meses, alegando temores por sus ventas en ese país. La política también podría interponerse. Tata Motors debió cambiar la ubicación de una nueva fábrica donde iba a producir el Nano, en respuesta a las violentas protestas que exigen la devolución de parte del terreno a los agricultores.
Hyundai está liderando las exportaciones desde India gracias a su temprana apuesta a un mercado que entonces era poco prometedor. Hace 10 años, cuando comenzó su producción, los consumidores locales compraban sólo unos 300.000 vehículos al año, a pesar de constituir una población de casi mil millones de personas.
Sin embargo, Hyundai Motor India empezó a producir subcompactos en una planta con capacidad para 100.000 unidades anuales, cerca de la ciudad sureña de Chennai. Tuvo que capacitar a la mayoría de los trabajadores, dándoles a menudo dos años de entrenamiento antes de contratarlos a tiempo completo. Pero dio en el blanco. Una nueva clase media india requería un carro asequible en el que cupiera toda la familia, y el Santro de Hyundai a US$6.000 cayó como anillo al dedo. El auto empezó a venderse bien, pero Hyundai necesitaba más ventas para absorber su exceso de capacidad y mantener los costos bajos.
"Esa es la razón por la cual las exportaciones no sólo se convierten en una opción viable sino necesaria" para quien quiera seguir siendo competitivo en el mercado indio, señala Ashok Jha, presidente de Hyundai Motor India, en Nueva Delhi. Para el 2004, Hyundai ya era el mayor exportador de vehículos en ese país, vendiendo 70.000 unidades anuales a más de 70 países. Hoy en día, dice Jha, los modelos más pequeños de Hyundai, el Santro y el i10, se fabrican únicamente en India y son exportados principalmente a Europa.
La empresa ha impulsado la producción local a cerca de 500.000 unidades este año y planea aumentarla a casi 650.000 en 2009.
"Antes, India no era tomada en cuenta por las automotrices, y ahora se ha convertido en el centro", como mercado y base manufacturera, asegura Paul Blokland, director de Segment Y, una firma de consultoría en Goa.