Por Miguel Bustillo y Ann Zimmerman
The Wall Street Journal
Olvide a Charles Dickens y su Cuento de Navidad, esta temporada festiva va a ser más al estilo Charles Darwin, al menos para los minoristas estadounidenses.
Ayer, varias cadenas minoristas reportaron grandes declives en las ventas de septiembre, lo que indica un empeoramiento del panorama para lo que ya se esperaba que sería la temporada navideña más sombría en casi dos décadas.
El agudo descenso de las ventas ha forzado a muchos minoristas de alcance nacional, entre ellos Target Corp., Nordstrom Inc., y JC Penney Co. a rebajar sus previsiones de ganancias para el tercer trimestre. Los cierres de tiendas se están acelerando mientras las cadenas tratan de apuntalar sus ingresos descartando las tiendas con peor desempeño.
Las ventas mensuales son un barómetro crítico de cómo están gastando —o no— los estadounidenses, y las cifras de septiembre presentan el cuadro de un país apretándose el cinturón de manera drástica, dejando de lado la extravagancia en favor de bienes básicos baratos. Los gastos considerados superfluos se están evaporando mientras el consumidor lidia con precios de alimentos y combustible más caros, una caída en los valores de las viviendas y de los de fondos de pensiones.
Para algunos consumidores, las compras dejaron de ser un pasatiempo divertido y se convirtieron en una batalla por las necesidades más básicas.
Wendy Modlin, una residente de la ciudad de Nueva York y madre de dos niñas pequeñas, dice que incluso si se lo pudiera permitir, no compraría artículos de lujo en estos momentos. "No entraría en una tienda y me compraría el último bolso. Sería un gesto terrible, como llevar un vestido rojo a un funeral", dice.
Los declives de septiembre fueron especialmente pronunciados en las tiendas por departamentos. Las ventas de JC Penney y Dillard's Inc. bajaron 12% y las de Nordstrom 9,6%.
En busca de gangas
El consumo sigue trasladándose hacia las tiendas con precios bajos, pero incluso las ventas de Wal-Mart Stores Inc. crecieron sólo 2,4% en septiembre, menos de lo que esperaban los analistas. Target, una excepción entre los minoristas de descuento, reportó una caída de 3%, el doble de lo esperado. Algunos expertos interpretan el declive de las ventas como un aviso del dolor que todavía está por venir.
En ese panorama desolador, algunas cadenas más fuertes están aprovechando la oportunidad de oprimir a sus rivales más débiles.
Eduardo Castro-Wright, presidente de las operaciones de Wal-Mart en Estados Unidos, dijo en una entrevista el miércoles que su empresa está bien situada para elevar su participación de mercado durante la temporada navideña. El minorista ha aumentado los recortes de precios y otras promociones. Además, ha dado inicio a lo que podría ser una guerra de precios de juguetes, reduciendo precios en 10 artículos populares hasta un 40% la semana pasada.
"Creemos que, considerando las eficiencias que hemos generado en los últimos años, tenemos la capacidad de ser más agresivos en nuestros precios", dijo Castro-Wright.
Las ventas de septiembre muestran que EE.UU. no saldrá de su presente desaceleración mediante el consumo, a diferencia del período después de los atentados terroristas de 11 de septiembre, cuando el presidente Bush instó a los estadounidenses a irse de compras como parte de su deber patriótico. El aumento del consumo ayudó a que la recesión de 2001 fuera ligera y corta. Pero ahora los consumidores son una parte sustancial del problema.
Un análisis de transacciones de tarjeta de crédito presentado esta semana por MasterCard Advisors halló que en septiembre los consumidores estadounidenses gastaron menos en todas las categorías respecto al mismo mes de 2007: 4,9% menos en hoteles, 5,5% menos en ropa, 13,3% menos en muebles y 13,8% menos en productos electrónicos y electrodomésticos.
Algunos expertos aún tienen la esperanza de que los funestos datos de ventas de septiembre no auguren una Navidad sombría, argumentando que tal vez los consumidores que cerraron las billeteras el mes pasado están justamente ahorrando para las compras de fin de año.