ALABAMA — El sistema escolar del condado de Baldwin, que abarca una extensión de 97 kilómetros por 40 kilómetros de la zona agrícola de Alabama, sufría una escasez de maestros, especialmente en cursos como matemáticas y ciencias.
Era tal la carencia que los funcionarios distritales viajaron por todo el mundo con los gastos pagados por una firma reclutadora de maestros, y trajeron consigo a Michel Olalo y a otros 11 filipinos para que enseñen en comunidades de la costa del Golfo de México, la Bahía de Mobile y en otras tierras adentro.
La medida llamó la atención en el condado Baldwin, donde nueve de cada 10 niños son blancos, sólo uno de 50 ha nacido en el extranjero, y tal como manifestó Tom Sisk, un reclutador de maestros, "muchos de nuestros niños nunca viajarán fuera de Estados Unidos".
Sin embargo, los administradores de las escuelas de todo el país están reclutando maestros en el exterior, en lo que algunos consideran una política miope, mientras que otros dicen permite satisfacer una necesidad, empleando candidatos calificados.
"Todos mis amigos se postularon", destacó Olalo, que fue contratada por la firma Avenida International Consultants, de San Mateo, California, para enseñar el curso de física. "Yo pensé, ¿por qué no pruebo suerte? Por suerte, cuando formaba fila para una entrevista, había gente del condado de Baldwin".
El Departamento de Educación no lleva la cuenta de cuántos maestros extranjeros trabajan en las aulas estadounidenses, señaló la portavoz Elissa Leonard, pero una reciente encuesta federal de mayo confirmó la escasez de maestros de matemáticas y de ciencias, debida principalmente a la jubilación de la generación de postguerra.
Hace cinco años, la Asociación Nacional de Educación calculó que un máximo de 10,000 extranjeros ya enseñaban a los estudiantes estadounidenses de primaria y secundaria, especialmente en los reemplazos de vacantes en matemáticas, ciencias, idiomas y educación especial.
El mayor patrocinador de los maestros extranjeros, según la NEA, es la firma Visiting International Faculty, de Chapel Hill, de Carolina del Norte, que afirma que tiene 1,500 maestros procedentes de más de 55 países en distritos de Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Virginia, Maryland y California. La firma ha colocados profesores mayormente en el sur, conforme de expande de su base en Chapel Hill, dijo la portavoz Leslie Maxwell.
Los detractores de la idea ven el mercado internacional de maestros como una solución de momento, que podría frustrar tanto a los estudiantes como a los maestros contratados.
Si los maestros extranjeros "son reclutados en escuelas y comunidades que no tienen el tipo de respaldo que todo nuevo profesor necesita, no se quedarían", destacó David Haselkorn, director de investigación de la Woodrow Wilson National Fellowship Foundation de Princeton, Nueva Jersey, que recluta a nuevos graduados universitarios con títulos en educación y profesionales de ciertos campos para enseñar en comunidades de bajos ingresos económicos.
A Chris Fredrick, de 11 años, que cursa la escuela intermedia en Cedar Grove, en Decatur, Georgia., le gusta la clase de ciencia que enseña Uzma Masood, que fue reclutada por la firma In-talage Inc., de Georgia, procedente de Hyderabad, India.
"Me gusta la maestra. Me gusta lo que hacemos en clase. Somos activos en su clase. No nos quedamos sentados todo el día", destacó.
El secretario de Educación de Filipinas, Jesli Lapus, dijo que los maestros filipinos contratados para los claustros estadounidenses son los más destacados en inglés y que consideran a Estados Unidos como "una segunda patria... no es un lugar extraño".
"Todos estos maestros crecieron leyendo libros estadounidenses", agregó.
Los defensores señalan que los maestros internacionales tienen un nivel más alto de especialidad en las aulas y pueden exponer a los estudiantes jóvenes a una nueva cultura.
Asimismo, el número de candidatos en el extranjero es mayor que a nivel local.
"Entrevistamos 180 postulantes en cinco días" en Manila, dijo Sisk. En Estados Unidos no encontramos ese número de candidatos en visitas a 20 ó 30 universidades.
Las autoridades de inmigración señalan que las visas de trabajo temporarias que se usan para contratar a los maestros extranjeros no crean una vía para que puedan solicitar la residencia estadounidense, y los maestros no tienen más ventaja sobre otro grupo que solicita visas.
Para los maestros extranjeros, el mercado laboral estadounidense les ofrece mejores sueldos con respecto a sus países. Lapus dice que el salario mensual para un maestro recién recibido en las Filipinas es de 300 dólares al mes. En Alabama, el sueldo inicial anual es un mínimo de 36,144 dólares para un maestro graduado y sin experiencia.
