En su viaje a los Estados Unidos, las mujeres emigrantes pueden sufrir desde enfermedades y violaciones, hasta esclavitud en territorio mexicano.
Así lo dio a conocer la Directora General de Promoción y Enlace del Instituto Nacional de las Mujeres, Felicia Alamilla, quien precisó que los riesgos surgen desde el momento mismo que inician la travesía, desde que dejan su casa.
"Son tantos los peligros, los polleros que las enganchan, la gente que las engaña y que incluso pueden ser sujetas de explotación sexual, de "trata" y hasta esclavitud porque hay quienes son secuestradas y las ponen a trabajar sin el pago justo".
Precisó que por lo general no se van solas, sino que son acompañadas por otras mujeres en su misma condición o por sus hijos; a diferencia de los hombres que sí acostumbran hacerlo.
Posteriormente comentó: "La mujer que migra lleva un dolor interno, porque generalmente tiene que dejar a su familia, o el hecho de que se trasladen a otro lado, no solamente por circunstancias laborales, sino también el reencuentro con su pareja que ya está en los Estados Unidos".
El problema es cuando se va sola y sin documentos: "Son multitud de cosas las que les pueden pasar en el camino".
Por otro lado, dio a conocer que se incrementó el número de mujeres que migran; no solamente las de comunidades indígenas, sino de grupos con un alto grado de preparación y de educación.
"Las enfermedades -dijo- afectan más a quienes se quedan, no tanto a las que se van. Entonces mencionó el ejemplo de las mujeres cuyos esposos regresan y las contagian de SIDA, lo que ha provocado que esta enfermedad se haya feminizado".
Asimismo, precisó que hay una demanda grande de enfermeras en los Estados Unidos; por la pirámide poblacional que actualmente se modifica en la Unión Americana, misma que provoca una mayor cantidad de ancianos necesitados de un cuidado profesional.