Por Guillermo Descalzi
Los hermanitos Castro les han negado el ser a los cubanos. No les ha sido necesario matarlos. Les ha bastado con negarles el ser. René Descartes enunció su famoso cogito ergo sum, pienso, luego soy. Si se niega la libertad de pensamiento se niega la libertad de ser. Esa es la razón más clara que se puede dar para exponer el carácter netamente criminal de la revolución de los hermanos Castro. Encadenaron el pensamiento y de esa manera esclavizaron a todos. Se fueron contra el dictum de Descartes.
La inmensa mayoría de cubanos en la isla, no pudiendo ejercer la libertad de pensamiento, están impedidos de ser. Es el peor y más siniestro de los crímenes castristas. El castrismo les ha negado el ser a los cubanos. La gran mayoría de cubanos en la isla ''no son''. No son al menos individualmente porque el único ser permitido en la isla es el oficial, el colectivo. Triste legado de 50 años de revolución cubana. Se robó el ser de los cubanos. Es por eso más apropiado referirse a la ''robo-lución'' que a la ''revo-lución''. La robolución castrista les chupó el ser a los cubanos. No, no les chupó el son. El son, al contrario a como dice la canción, no se fue de Cuba porque el son lo tienen los cubanos metido en la sangre. Lo que se fue es el ser. El ser se fue de Cuba. Sentado sobre la silla de mi escritorio en mi casa de Miami me parece mentira que a menos de cien millas exista un pueblo que no puede ''ser''. No puede ser. Imagínense que el cubano de la esquina habanera quiera ser constructor o urbanizador. No, prohibido. Imagínense que la señora quiera ser dueña de un restaurante de cocina gourmet. No, prohibido. Imagínense que quiera ser prostituta. Ah, eso sí, porque es a escondidas. A escondidas sí se puede ser en Cuba, pero esa es una vida de cucaracha. Por eso La cucaracha debería ser el himno de la robolución, porque como cucaracha tiene que esconderse el que quiere ser. Lo escondido sí puede ser allá. Lo abierto no. "Luz, luz, quiero luz''. Con esas palabras murió Goethe. La luz favorece la vida. La oscuridad favorece a las cucarachas. Con la pérdida de la luz fue muriendo el ser en Cuba. Se cucarachizaron los cubanos. La mayoría son seres heroicos que siempre subsistirán, pero lo hacen fuera de la luz porque en la luz pública no se les permite ser. En la luz se les aplasta, como cucarachas. I am sorry con excuse me, señores Castro, ustedes son peores que Drácula. Lo que ustedes han chupado es más precioso que la sangre misma. Han chupado el ser.
Me gustaría pensar que ahora que viene el gobierno de Obama, este ayudará a que se dé un cambio en la isla. Obama ya ha anunciado que tenderá nuevos puentes. Va a haber una liberalización de viajes y envíos, y quizás hasta una liberalización y un posible fin del embargo. Aquí en Miami vamos a tener que colgarnos collares de ajo para repeler a los dos dráculas de la isla, los vampiros Cástrula. Y vamos a tener que aceptar y abrazar a esos a quienes les chuparon el ser. Así tendrá que ser. La única manera de resucitarlos será mediante respiración boca a boca, transmitiéndoles no aire, sino ser. Ser de acá a ser de allá. Seres de acá a seres de allá. Esa es la tarea que yo veo que nos toca como imperiosa a los cincuenta años de robolución. Claro, a los Cástrula hay que clavarles la estaca, pero a los demás ¿por qué castigarlos? Puentes, señores, puentes. El gran puente aéreo con que Truman y los aliados salvaron a Berlín en 1948 deberá palidecer ante el gran puente espiritual que nos tocará tender de aquí, Miami, a allí, La Habana. Que no haya uno, que haya miles de puentes de aquí a allá. ¿Y los Cástrula? Eso, nuevo presidente Obama, eso es lo que le tocará a usted. Usted es el que tiene que clavar las estacas. Será difícil porque existe un secreto de por medio. Es que Kennedy, para resolver la crisis de los misiles en 1962, vendió Cuba a los soviéticos. Un acuerdo secreto entre Dean Rusk y Andrei Gromyko estableció, aparte del desmantelamiento de los misiles estadounidenses en Turquía, que los Estados Unidos se comprometían a respetar --''activamente''-- al régimen castrista. Como el régimen castrista continúa, es por lo tanto fácil suponer que ese pacto sigue activo. Si no, ¿por qué creen ustedes que Washington se dedicó tan ``activamente'' a ''desactivar'' cualquier intento de clavarle la estaca al doctor Castro Ruz?
En mis años de corresponsal en la Casa Blanca pregunté repetidamente sobre el tema. Era un secreto a voces, negado de manera oficial. Sí, en Washington el oficialismo también niega el ser a los cubanos. Si al menos admitieran la verdad, distinta sería la realidad. Que admitan al menos que no podían permitir que tumben a los Castro porque ese fue el precio que pagaron por el retiro de los misiles de octubre del 62. Es una realidad que se oculta, también como cucaracha, activamente. En la supervivencia de 50 años de robolución ha habido colaboración cucarachística entre Washington y La Habana. Esperemos que Obama, cuyo lema es change, cambie eso.
Creo que Obama no se va a guiar por los errores del pasado. Hace falta una política doble: puente al pueblo de Cuba, y estaca a esos dos vampiros. ¿Cómo clavarles la estaca? Para eso hay ''expertos'' en Washington. Si se la clavaron a Saddam, ¿por qué no a Fidel y Raúl? Sólo hace falta la voluntad, y no me vengan con que tienen las manos atadas por el acuerdo Rusk-Gromyko, porque como ese pacto no existe de manera oficial, ¿entonces por qué respetarlo? La crisis económica de Occidente quizás brinde la oportunidad de colocar guirnaldas de ajo y crucifijos de plata sobre el cuello de esos dos vampiros. Como el petróleo ha bajado, quizás ahora los hermanos Cástrula pierdan el último gran sostén económico que tienen: el sostén que les da el petróleo de Chavezuela. Muerto el perro se acabó la rabia. El perro ese, aparte de chupar seres, también se alimenta chupando petróleo chavezolano. Bueno, ya casi no queda ser al que se pueda chupar en Cuba. Esa vaca se ha quedado sin leche. No la van a poder seguir ordeñando. La crisis económica mundial también está haciendo difícil que sigan ordeñando el petróleo venezolano.
Hoy, ''celebrando'' los cincuenta años de cucarachismo y robolución, la receta del doctor Descalzi es: puente al pueblo cubano y estaca a los vampiros. Un consejo para Obama: Aquila non capit muscas, el águila no caza moscas. Ojalá que en su relación con Cuba Obama sea águila y no se deje llevar por las moscas. También una advertencia: Tempus fugit. Después de 50 años el tiempo se está acabando.