Por Elizabeth Williamson y Neil King Jr.
WASHINGTON— El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama ha tenido que adentrarse más rápidamente y con mayor profundidad en el funcionamiento interno de los negocios estadounidenses que cualquiera de sus predecesores, y con menos personas con experiencia corporativa entre sus filas.
Bajo el mando de Obama, el gobierno estadounidense ha inyectado cientos de miles de millones de dólares en más de 400 instituciones financieras. La Casa Blanca ha presionado por fusiones, ha fijado límites salariales, ordenado pruebas de resistencia para los bancos que han recibido ayuda estatal y ahora está inmersa en un esfuerzo histórico por reestructurar a la industria automotriz estadounidense, el cual podría incluir grandes participaciones controladoras del gobierno en las empresas.
Al mismo tiempo, el presidente, un organizador comunal y profesor de derecho transformado en político, tiene una exposición relativamente leve al mundo corporativo y no tiene a líderes empresariales prominentes en su gabinete.
Aunque Obama ha tenido reuniones en público con los altos ejecutivos, John Castellani, el presiente ejecutivo de Business Roundtable, que representa a las principales empresas estadounidenses en bolsa, dice que le preocupa que la naturaleza coreografiada de los encuentros mantenga alejados a los ejecutivos. "Espero que esté recibiendo consejos buenos y sinceros en privado, porque hay cosas que no se pueden decir cuando alguien está transcribiendo la conversación, y eso aplica a ambas partes", dice Castellani.
Los ejecutivos que han sido llamados en repetidas ocasiones a la Casa Blanca han aprendido que en este gobierno tienen que compartir la mesa con los sindicatos, reguladores y su competencia.
"Diría que una de las cosas que estamos tratando de hacer es escuchar", dice el presidente ejecutivo de la empresa de seguros de salud Aetna Inc., Ron Williams, quien se ha reunido con Obama cuatro veces en la Casa Blanca. "Nos reunimos con grupos con los que normalmente no nos reunimos", dice Williams.
Obama a menudo interactúa con la comunidad de negocios desde la perspectiva del consumidor o del crítico externo. En la reunión de la semana pasada con las instituciones financieras, les recordó que él también había tenido problemas de deuda de tarjetas de crédito.
Durante una reunión a finales de marzo con altos ejecutivos de la banca, Obama exigió una reducción a la compensación y los gastos. Para subrayar su postura, sólo se ofreció agua durante la reunión.
Algunos ejecutivos dicen que les preocupa que Obama a veces no se dé cuenta del impacto que sus comentarios tienen sobre el comercio. Jonathan Tisch, presidente de Loews Hotels, y Frits van Paasschen, presidente de Starwood Hotels & Resorts Worldwide, Inc., estaban entre los ejecutivos del sector turístico que visitaron al presidente en marzo. Los comentarios de Obama sobre un viaje de ejecutivos de Wells Fargo a Las Vegas y las medidas del Congreso para reducir los viajes corporativos estaban golpeando a su industria con una ola de cancelaciones, dijeron. Sentado en el centro de la mesa, "tuve la sensación de que tuvo un momento de comprensión", dice van Paasschen.
Un día después, el secretario de prensa Robert Gibbs dijo que el comentario apuntaba al desperdicio de las firmas que recibieron fondos del gobierno, no a los viajes corporativos en general.
A medida que el gobierno de Obama avanza más allá de las medidas de emergencia a corto plazo e implementa sus planes más amplios, se comienzan a gestar más enfrentamientos.
Los grupos industriales prometen una batalla sin cuartel en contra de un proyecto de ley respaldado por Obama para hacer más sencilla la organización de los sindicatos. Muchas industrias pesadas desean modificar o hundir la ley que limita e impone un precio a las emisiones de carbono.
El presidente ejecutivo de la aerolínea JetBlue Airways Corp., Dave Barger, afirmó: "Su capacidad y la de su staff de buscar establecer lazos con los demás es muy impactante, a diferencia del lugar donde habitualmente nos encontramos... en la parte de afuera, mirando hacia adentro".