Por Alberto Benegas Lynch (h)
Especial para El Instituto Independiente
Pienso que a todos quienes aprecian los valores y principios de la sociedad abierta les debe interesar sobremanera lo ocurrido hoy lunes 24 de agosto de 2009. Un grupo de doce anunciantes del programa televisivo de Glenn Beck en Fox News ha decidido levantar los auspicios debido al “lenguaje inflamado” a que recurre el referido conductor.
Como es sabido, el programa televisivo de marras es uno de los de mayor rating que actualmente está en el aire en Estados Unidos y como la señal se retransmite a todos los rincones del globo la audiencia es fenomenal. También como es de público conocimiento, este programa se centra en criticar los abusos del poder: primero en el caso de la administración G. W. Bush en cuanto a sus aumentos siderales en le gasto gubernamental, el endeudamiento astronómico, el déficit colosal, los llamados “salvatajes” que significan una implacable transferencia coactiva de recursos desde las áreas productivas a las de mayor poder de lobby, a lo que se agregaron sus graves lesiones a las libertades individuales que, en nombre de la seguridad, se detuvo sin juicio previo, se autorizaron escuchas telefónicas, intromisiones en el secreto bancario e irrupciones a domicilios sin orden de juez.
Ahora critica a Obama principalmente por su proyecto estatista en temas de salud y la continuación de las antedichas transferencias de recursos lo cual elevó el déficit fiscal de cinco a trece puntos del producto bruto en solo siete meses de gestión.
Glenn Beck permanentemente puntualiza en sus emisiones televisivas que su preocupación consiste en la necesidad de preservar los preceptos establecidos por los Padres Fundadores y señala el peligro de continuar por la senda estatista que fue precisamente lo que hizo que los primeros pobladores de ese país del Norte en su momento se lanzaran a cruzar el océano escapando de las garras del Leviatán europeo.
Este abandono de algunos de los empresarios que lo acompañaban no solo pone de manifiesto una incomprensión alarmante sino que revela gran cobardía y un espíritu suicida al efecto de quedar bien con el mandón de turno. Se perfectamente lo que se siente cuando esto ocurre: fui Rector de una institución de posgrado durante veintitrés años en Argentina y conduje un programa televisivo en Buenos Aires y uno de radio en Colonia (Uruguay) y la lucha por las becas y anunciantes respectivamente se torna difícil cuando la incomprensión de la filosofía de la libertad es escasa.
Lamento lo sucedido y hago votos fervientes para que se revierta la situación del tan valiente y meduloso programa de Glenn Beck. Confío en que las reservas morales en Estados Unidos perciban la necesidad de fortalecer los diques de contención del espíritu autoritario que hoy avanza a pasos agigantados en muy diversos lares.
Recordemos que la antiutopía de Aldous Huxley que alude al cretinismo moral es más tenebrosa aún que la de Orwell del Gran Hermano. Esto último ocurre hoy, por ejemplo, en Venezuela, no vaya a ser que lo primero tenga lugar en el baluarte del mundo libre puesto que de ser así el resto del mundo entrará en un espeso cono de sombra.
El último libro del autor es Estados Unidos contra Estados Unidos (Fondo de Cultura Económica).
