Por Armando de la Torre
Hace unos días me llegó un resumen, ilustrado con mapas, de los plazos más importantes en ese antojadizo y continuo desmembramiento de Guatemala por dos siglos que culmina ahora en el intento de privarla del entero territorio de Belice. Lo firma Rodolfo Díaz Bonatti, y porque lo creo útil reproduzco extractos del mismo retocados por mí.
“En el siglo XVII, Centro América se encontraba gobernada bajo la corona española. Este territorio fue denominado Reino de Guatemala. Abarcaba desde parte del actual Chiapas, México, hasta una pequeña porción de Panamá.
Conformado por una gran masa continental de selvas vírgenes y montañas, islas y cayos, y hasta por una de las barreras coralinas más grandes del mundo, con una superficie de más de 545,000 kilómetros cuadrados y 4,500 kilómetros lineales de costas continentales.
En el siglo XVIII, la corona española concede a la inglesa el usufructo de una parte de su territorio en el actual Belice. Fue un negocio entre coronas, que autorizaba a Inglaterra únicamente a talar palo de tinte. Esas concesiones no incluían el mar territorial ni la plataforma continental adyacente.
Por ellas se le concedía su explotación en una extensión de 4,802 kilómetros cuadrados, sin otorgarle ningún derecho adicional.
Una segunda concesión (1786) para la explotación del palo de tinte la amplió. Por ésta se le adicionaron otros 1,883 kilómetros cuadrados.
Treinta y ocho años después, el primer segmento del Reino de Guatemala en proclamar su independencia fue Comitán, el 28 de agosto de 1821. Le siguió Ciudad Real, el 3 de septiembre.
A los 12 días de la independencia de Chiapas, Guatemala proclamó la suya el 15 de septiembre del mismo año. Su territorio quedó constituido así por unos 494,000 kilómetros cuadrados,
En 1822 Guatemala se anexa a México. Pero al año siguiente decide poner término a dicha anexión.
El 1º de julio de 1823 declara su independencia absoluta y se constituye en la República Federal de Centro América. Sin embargo, Chiapas opta por la anexión a México. Soconusco, en cambio, decide permanecer como parte de la República Federal de Centro América.
En 1826, Inglaterra y México firman un tratado de Amistad, Comercio y Navegación, en el que acordaron límites entre Belice y México, sin tomar en cuenta a Guatemala. En el artículo 14, se menciona el río Hondo como límite entre México y Belice. También por dicho tratado se acordó que la importación y exportación de sus productos sólo podrían hacerse en barcos ingleses.
Hacia 1838 los gobiernos de Honduras, Nicaragua y Costa Rica deciden separarse de la Federación, y El Salvador tres años después. Para esa fecha, Guatemala quedó reducida a 162,000 kilómetros cuadrados.
En 1842 el mexicano López de Santa Ana invade Soconusco y lo integra por la fuerza a México “por un designio irrevocable”.
Entretanto, Inglaterra había ocupado de hecho (que no de derecho) el resto de Belice entre los ríos Sibún y Sarstún.
En 1859 se firma el “tratado” de límites Aycinena-Wyke. Según la cláusula compensatoria en el artículo 7o. Inglaterra se comprometió a construir una carretera de la ciudad capital de Guatemala a Belice, lo que nunca cumplió, peor, se apoderó de otros 4,600 kilómetros cuadrados hacia el poniente de Belice.
Bajo el régimen liberal a partir de 1871 Guatemala propuso un arbitraje internacional que Inglaterra rechazó, y encima se declaró exonerada de todo compromiso con Guatemala.
Justo Rufino Barrios añadió injuria sobre las heridas al firmar otro “tratado” de límites (en realidad de cesión territorial) en 1882 con México por el que renunciaba “a título gratuito” a Soconusco y a la parte noroccidental del Petén.
Adicionalmente, México comenzó a reclamar hasta una porción del territorio central guatemalteco, lo que no logró materializar.
Es esta una mera secuencia histórica. La legitimidad jurídica de los títulos quede para una nota ulterior.