Por Guillermo Cabrera Leiva
Hace apenas una semana el New York Times publicó una carta del ex dirigente soviético Mijail Gorbachev, dirigida a Fidel Castro, que ha sido reproducida en un bello folleto que me ha enviado el Dr. Carlos Ripoll.
En dicho texto, traducido al español e impreso en Caracas, el autor de la “perestroika” le dice al tirano de Cuba unas cuantas verdades, que de seguro le habrán agravado su actual padecimiento, pues son verdades que sin duda alguna han de llagarle a lo más profundo de su conciencia, si es que aún ésta le funciona al destructor de Cuba.
Le recuerda Gorbachev a Fidel la vez que se reunieron en La Habana, en 1989, ocasión en que le tomaron una fotografía en que aparecen juntos, con las manos cruzadas en alto, en actitud de victoriosa solidaridad.
Pasa la carta a mencionarle las “Reflexiones” que suele escribir Fidel desde su cubil, “con las que sigues – le dice -- dirigiendo al país, ahora con la ayuda de tu hermano Raúl”.
Y paso seguido le dice que aquí le envía sus propias reflexiones, “en las cuales verás mis experiencias para que te sirvan de lección, de cómo las prácticas estalinistas se le meten en la sangre a los gobernantes y a los gobernados, y el socialismo fracasa víctima del inmmovilismo, los dogmas y el miedo”.
Continúa la misiva de Gorbachev con la siguiente exposición de su criterio político, a saber:
“Como verás en lo que aquí digo, hace tiempo que llegué a la conclusión que la democracia y la libertad son los únicos caminos para el progreso y la felicidad de los pueblos. Donde impera el totalitarismo, las reformas necesarias para llegar a la democracia y a la libertad, atemorizan a los cobardes dirigentes, acostumbrados como están a resolverlo todo a base de intransigencias y de falta de visión en el futuro”.
Y sigue la carta:
“Como digo en esta “Reflexión”, hay que imponer el desprecio del sistema totalitario, hay que fomentar la libertad de expresión y de reunión, la libertad religiosa y de movimiento, y el pluralismo económico y político”.
Seguidamente acompaña Gorbachev sus propias reflexiones, que son unas valiosas consideraciones sobre el futuro de Rusia, su patria, cuyo texto es una excelente lección de civismo:
“Lo que mantiene atrasada a Rusia es el miedo -- afirma Gorbachev -- el miedo de las autoridades y el miedo de la gente, el miedo de que la modernización lleve a la inestabilidad social y aún al caos. En la política, el miedo es mala guía, por lo que debemos vencer el miedo”.
“Hay en la actualidad en Rusia -- termina diciendo Gorbachev – numerosos hombres y mujeres con mentes libres y autónomas, listos para asumir la responsabilidad de proteger la democracia. Pero mucho depende de cómo actúe el gobierno”.