Por Guillermo Arosemena Arosemena
(Puede verse también la Parte I de este trabajo)
Los ecuatorianos que lucharon por la Independencia estaban enterados sobre cómo lograr el éxito económico, tomando en cuenta que Rocafuerte vivió en Inglaterra, en plena revolución industrial, así como en Estados Unidos y fue testigo de los extraordinarios inventos surgidos para incrementar la producción y productividad. La evidencia lo confirma: Rocafuerte antes de establecerse en Guayaquil, trató de promover una flota mercante con vapores para atender a todos los países de la Gran Colombia y frecuentemente recomendó adquirir maquinaria industrial inglesa. Olmedo también vivió en Inglaterra. Ellos no fueron los únicos ecuatorianos que estuvieron expuestos a sociedades más avanzadas.
Las evidencias también confirman que desde el inicio de las recientemente independizadas repúblicas, sus dirigentes conocían la importancia del comercio exterior en el desarrollo de los pueblos.
La América Española había sido víctima del modelo español, como lo señala Restrepo en su magna obra, La Historia de la Revolución Colombiana: “La España siguiendo severamente su sistema colonial se había privado en sus puertos de Tierra-Firme de esta fuente fecunda de riqueza pública prohibiendo el comercio con las colonias extranjeras…[ influían contra la riqueza] el monopolio y el comercio exclusivo de importación y exportación que la España pretendía ejercer sobre el inmenso continente americano. Siendo centralizador el modelo económico español, las colonias no podían comprar de países más prósperos y de grandes manufacturas. Restrepo agrega: “Que naciones poderosas, ricas e industriosas como la Francia e Inglaterra hayan querido tener el comercio de sus colonias americanas es una resolución excusable, pues eran capaces de proveerlas con las manufacturas de su propia industria, y de consumir de la madre patria los frutos coloniales. Pero que la España a principios del siglo XIX, cuando no tenía manufacturas, población ni marina, haya querido monopolizar el comercio de México y de toda la América, países muchos más vastos, ricos y poblados que la península, era una locura extremada y un estado de violencia incapaz de durar mucho tiempo”.
Las condiciones internacionales y la geografía estaban dadas para que Ecuador se convirtiera en próspera región. La ubicación de Guayaquil era privilegiada por tener acceso al mar y ser la puerta de ingreso de conocimientos traídos del exterior, y de comercio a gran escala con naciones ricas. El periódico El Patriota de Guayaquil, desde su primera edición, publicó el arribo de naves extranjeras de diferentes procedencias. Esta ventaja geográfica, que contribuyó a la generación de riqueza, produjo grandes capitales que entre otros usos, le sirvieron a Simón Bolívar para lograr la Independencia del resto de Ecuador, Colombia y Perú.
Desde 1830, los sueños de vivir en una patria se hicieron realidad, los ecuatorianos pasaron a ser dueños de sus propios destinos, tuvieron su propio Gobierno. Por primera vez ellos tuvieron la oportunidad de trabajar en libertad, eligiendo la actividad de su agrado, comercializar con cualquier país y competir para ganar el más capaz, buscar el triunfo a través del mérito. El sueño de Rocafuerte de igualdad para todos los seres humanos, derecho a la vida, libertad y felicidad fue posible hacerse realidad.
Para convertirse en realidad los sueños, Ecuador debía remover todas las barreras impuestas por el mercantilismo español, que funcionaba en base a monopolios, excesivos impuestos, corrupción, restricción de número de mercados, etc. Todo esto había sido obstáculo para el florecimiento de la iniciativa y funcionamiento de la empresa privada. Uno de los objetivos de la independencia fue terminar con la opresión tributaria, sacar al pueblo del nivel de subsistencia e ingresar a una era de abundancia. Los Padres de la Patria no tenían que inventar nada, solamente imitar la institucionalidad, política y acciones que habían contribuido al éxito de Estados Unidos, basado en la sabia combinación de gobiernos republicanos con economía liberal. Para salir del estado de estancamiento, se requería de un nuevo paradigma capaz de materializarse, si la sociedad contaba con capacidad de adaptarse a los cambios necesitados con urgencia. Lamentablemente no ocurrió todo el extraordinario futuro que se encontraba por delante, quedando todas las aspiraciones en letra muerta. Ecuador no estableció cursos de acción para salir de la pobreza a través de estrategias y políticas definidas.
¿Qué sucedió? ¿Definieron los Padres de la Patria la visión y misión de Ecuador, es decir cómo querían ver a la nueva república en una, dos o más décadas y cómo lo lograrían? Por haber estado expuestos durante siglos al sistema mercantilista español, los ecuatorianos no conocían otra manera de manejar la economía, la herencia recibida era muy grande para cambiar de la noche a la mañana. Durante siglos los ecuatorianos fueron prohibidos de hacer esto o aquello. En la colonia, todas las peticiones fueron negadas como las numerosas para exportar el cacao libre de impuestos y directamente a los países consumidores. La Corona privilegió al cacao venezolano debido a que era manejado por la Real Compañía Guipuzcoana, propiedad del círculo de los reyes españoles.
El peso de la herencia fue tan grande que detuvo a Ecuador a tener crecimiento económico sólido y duradero, y de hacer realidad los sueños de ser ciudadanos prósperos y progresistas. Todo lo contrario, se mantuvo mucho del “Ancien Régime” durante el resto del siglo XIX, quedando vestigios hasta la actualidad.
Para encontrar la explicación a nuestro subdesarrollo es indispensable estudiar la forma como se construyeron los cimientos de Ecuador
