Por Guillermo Arosemena Arosemena
Europa vive momentos pocas veces vistos en los últimos 30 años, por irresponsabilidad fiscal entre otras causas. Sus gobiernos tienen larga historia de ser pésimos administradores de los fondos públicos. Siglos atrás, los reyes españoles, famosos por endeudamientos estratosféricos, causaron la quiebra de numerosos banqueros, incluyendo los Fugger, los más importantes banqueros. No pudieron cancelar sus obligaciones. La más alta inflación de la humanidad ocurrió en Alemania entre 1920 y 1923, una libra de pan llegó a costar 80 millardos de marcos. Años después, J.P. Morgan, banco estadounidense, financió al Gobierno de Francia para evitar el colapso del franco. El Banco Central francés cometió fraude maquillando las cifras de las reservas de oro que respaldaban la moneda. Algo similar a lo sucedido recientemente en Grecia.
El excesivo endeudamiento de las últimas décadas se origina en las políticas socialistas que eximen de responsabilidad a los ciudadanos, ellos se acostumbran a que el Estado les resuelva todas sus necesidades. Con déficits que llegan hasta 10% del PIB, en lugar de 3% máximo permitido, y deudas que están por encima de 50% del PIB, en Grecia más de 110%, el futuro se vislumbra lúgubre. Para salvarse, los gobiernos deben implementar severa austeridad fiscal, reduciendo masivamente los presupuestos estatales; ya comenzaron Grecia, España e Italia y seguirán los demás. Esto significa reducción en el crecimiento económico.
Las bolsas de valores de todo el mundo están muy inestables. En lo que va del mes de mayo, la pérdida bursátil es colosal, empresas sólidas han perdido más de 15% de valor. En días de pánico, los inversionistas venden las acciones a cualquier precio; ellos comenzaron a invertir pensando que las economías habían salido de la recesión. A diferencia de la economía estadounidense que reacciona rápidamente, las europeas son lentas y teniendo 25% del PIB mundial, afectarán al resto de continentes. Los problemas económicos europeos podrían representar una disminución de 500.000 barriles diarios en la demanda mundial de petróleo. ¡Alerta Ecuador por posible nueva crisis mundial!