Todos los liberales estamos de luto por la muerte de Manuel Ayau, el "Muso" para sus amigos. Hay pocas personas en América Latina que hicieran más por nuestras ideas en el siglo XX.
La Universidad Francisco Marroquín es su más célebre contribución a esta causa, pero no la única.
Aunque los que quisiéramos que las cosas avanzaran más rápido a menudo expresamos nuestro malestar por lo mucho que falta para que las ideas liberales campeen en el continente y el resto del mundo, es innegable el progreso que ha tenido lugar en muchas partes de América Latina en décadas recientes. Una de las razones es que hubo personas como Manuel Ayau horadando la piedra del populismo -de la idiotez- con el goteo tenaz de su pedagogía.
El hemisferio occidental es un mejor lugar del que sería si el "Muso" no lo hubiera honrado a lo largo de su vida adulta con la honestidad, la integridad intelectual y el coraje moral que lo caracterizaron. No lloro su muerte. La celebro como la culminación de una vida ejemplar.
Washington, DC
Alvaro Vargas LLosa