Por Andrés F. Schmucke G.
El Universal
¿Qué más te falta? Si nos ponemos a pensar, me lo has quitado casi todo.
Me quitaste la seguridad, pues no puedo salir a la calle sin temor. Temor de que me roben, me maten, me den un tiro y me frieguen la vida, o peor aún, temor de que le pase esto a alguien de mi familia. Me expropiaste la seguridad.
También me quitaste la calidad de vida. Ahora todo está más caro, hay menos puestos de trabajo, los hospitales están en conflicto, la educación universitaria está en conflicto, el transporte público está en conflicto. ¡Por Dios, hasta dañaste el metro! ¡El metro, Dios mío de mi alma! Gracias también por expropiarme la calidad de vida.
Te llevaste mis ganas de ahorrar, ya que no se sabe cuál es la próxima institución financiera que puede ser intervenida. No meto mi dinero en ningún lugar. Aunque siendo honestos no tengo dinero. Entonces, ¿cómo voy a guardar algo que no tengo? Si tuviera plata, no la ahorraría. ¿Para qué? ¿Para perderla? No, gracias.
Has expropiado de todo: cadenas de supermercados, fincas, terrenos, compañías extranjeras y nacionales, y tienes en la mira a una de las mejores empresas de Venezuela y del mundo como lo es Polar (voy a comprar unas maltas para guardarlas de recuerdo). Has despilfarrado nuestro dinero, has cerrado medios (con subterfugios legales, pero los has cerrado igual). "Expropiar" se ha convertido en un sinónimo de "crear "en revolución.
Lo que te falta es expropiarnos la vida (cosa que hace el hampa los 365 días del año, las 24 horas del día). Lo que falta es una orden de expropiación para la vida de los venezolanos. Cuando hagas eso, por favor, pon una publicidad en el metro donde se vea el levantamiento de un cadáver y abajo la frase: "hecho en socialismo".
También me quitaste la calidad de vida. Ahora todo está más caro, hay menos puestos de trabajo, los hospitales están en conflicto, la educación universitaria está en conflicto, el transporte público está en conflicto. ¡Por Dios, hasta dañaste el metro! ¡El metro, Dios mío de mi alma! Gracias también por expropiarme la calidad de vida.
Te llevaste mis ganas de ahorrar, ya que no se sabe cuál es la próxima institución financiera que puede ser intervenida. No meto mi dinero en ningún lugar. Aunque siendo honestos no tengo dinero. Entonces, ¿cómo voy a guardar algo que no tengo? Si tuviera plata, no la ahorraría. ¿Para qué? ¿Para perderla? No, gracias.
Has expropiado de todo: cadenas de supermercados, fincas, terrenos, compañías extranjeras y nacionales, y tienes en la mira a una de las mejores empresas de Venezuela y del mundo como lo es Polar (voy a comprar unas maltas para guardarlas de recuerdo). Has despilfarrado nuestro dinero, has cerrado medios (con subterfugios legales, pero los has cerrado igual). "Expropiar" se ha convertido en un sinónimo de "crear "en revolución.
Lo que te falta es expropiarnos la vida (cosa que hace el hampa los 365 días del año, las 24 horas del día). Lo que falta es una orden de expropiación para la vida de los venezolanos. Cuando hagas eso, por favor, pon una publicidad en el metro donde se vea el levantamiento de un cadáver y abajo la frase: "hecho en socialismo".