Editorial -
El Periódico, Guatemala
El escritor peruano Mario Vargas Llosa fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2010, “por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”.
Asimismo, el disidente chino Liu Xiaobo fue honrado con el Premio Nobel de la Paz 2010 “por sus esfuerzos continuados y no violentos en pro de los derechos humanos en China”.
Cabe recordar que la guatemalteca Rigoberta Menchú Tum fue honrada con el Premio Nobel de la Paz 1992 “en reconocimiento por su trabajo por la justicia social y la reconciliación étnico cultural basada en el respeto de los derechos de los pueblos indígenas”.
En Perú y en América Latina todo es celebración y emoción. Una de las primeras reacciones fue la del presidente de Perú, Alan García, adversario político de Vargas Llosa durante muchos años, quien expresó: “Es un gran día para Perú” y agregó que es “un acto de justicia enorme, que en verdad esperábamos desde nuestra juventud”.
Vargas Llosa, un referente del pensamiento liberal en Perú y el mundo, es el sexto escritor latinoamericano, entre quienes se encuentra el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, y primer peruano en recibir el Premio Nobel de Literatura.
En contraste, el régimen comunista chino calificó de “obscenidad contra el Premio de la Paz” la decisión y amenazó con una ruptura de relaciones entre China y Noruega.
La prensa oficial china estimó que el Comité Nobel se había “deshonrado” y que el premio de la paz había sido “degradado en un instrumento político al servicio de motivaciones antichinas”. Agregó que “una vez más, el Comité Nobel mostró su arrogancia y sus prejuicios contra un país que hizo progresos notables en las últimas tres décadas en el terreno económico y social”, en abierta alusión al Premio Nobel de la Paz de 1989, otorgado al jefe espiritual tibetano, el Dalai Lama, acusado por China de acciones separatistas.
Liu Xiaobo, de 54 años de edad, purga una pena de 11 años de cárcel, impuesta por haber sido uno de los autores de la “Carta 08”, que reclamaba una China democrática.
Fue condenado por el delito de “subversión del poder del Estado”. Otros prisioneros políticos galardonados con el Premio Nobel de la Paz son el alemán Carl von Ossietzky en 1935, el ruso Andrei Sakharov en 1975, el líder polaco Lech Walesa en 1983 y la birmana Aung San Suu Kyi en 1991.
Ojalá que la presión internacional logre la excarcelación de Liu Xiaobo, víctima ilustre en este momento de la intolerancia y del abuso de poder.