Por Rogelio Núñez
GUATEMALA. - Cristina Kirchner se dirige con fuerza a lograr la reelección gracias a la situación económica que vive Argentina y a la popularidad que le rodea. Su claro favoritismo se basa también en la incapacidad crónica de la oposición a la hora de encontrar un liderazgo unificador y un discurso alternativo al kirchnerista.
La victoria opositora en las legislativas de 2009 parecía presagiar el final del kirchnerismo y la recomposición de la oposición en torno a un liderazgo que entonces encarnaba el vicepresidente Julio Cobos.
Pero el bienio 2009-2011 ha mostrado los límites de la oposición, las diferencias personalistas que desgarran a esas fuerzas heterogéneas así como la incapacidad de construir un liderazgo o un mensaje diferente y cohesionador.
A menos de cuatro meses para los comicios presidenciales, en el horizonte opositor solo se ve desunión, falta de liderazgo e incapacidad para articular un proyecto alternativo.
El fracaso de Alfonsín
El objetivo de Ricardo Alfonsín era triple: reunificar a la familiar radical, el llamado panradicalismo, atraer a una parte del peronismo antikirchnerista -en concreto a Francisco de Narváez- y entablar una sólida alianza con el Partido Socialista de Hermes Binner.
Tras un par de meses de negociaciones, solo uno de esos tres objetivos ha sido alcanzado: Alfonsín ha logrado el respaldo del peronismo disidente que encarna de Narváez.
Por contra, no ha conseguido reunificar a la familia radical: se ha reconciliado con Julio Cobos y con Ernesto Sanz pero ni Elisa Carrió ni Margarita Stolbizer, dos desprendimientos radicales, aceptan el liderazgo alfonsinista.
Su actual objertivo es mostrar que Cristina Kirchner no tiene la victoria en su mano: “Tengo que decirle a la gente que no es cierto que las elecciones ya estén resueltas (en favor de Cristina Kirchner). Quiero proponerle a mi partido que convoque a una conferencia de prensa para explicar cómo usa el Gobierno los recursos del Estado para contratar a encuestadores que dan resultados que nunca existieron”.
En donde tampoco ha tenido ningún éxito ha sido a la hora de conformar un gran frente opositor unido que abarcara desde el centro derecha al centro izquierda ya que finalmente Hermes Binner optó por tratar de liderar a la izquierda.
El fracaso de Binner
Asimismo, Hermes Binner no ha sido muy afortunado. Su idea fue encabezar un frente de izquierdas donde confluyeran el Partido Socialista y Proyecto Sur de Fernando Pino Solanas.
Sin embargo, las diferencias entre Solanas y Binner han hundido esta posible alianza: ahora Binner irá a las elecciones acompañado del GEN de Margarita Stolbizer y respaldado por el cordobés Luis Juez, así como por Buenos Aires para Todos de Claudio Lozano y Libres del Sur.
Hermes Binner y la senadora Norma Morandini lideran el conocido como Frente Amplio y Progresista que enerbola una bandera moralista: “Queremos terminar con este modelo clientelar”.
Por su parte, Solanas apoyará como candidata presidencial a la diputada Alcira Argumedo pues se ha negado a respaldar al socialismo. Denuncian que la propuesta de Binner “más que acuerdo era rendición”: “Yo no rompí nada. Ellos rompieron. Si alguien peleó por la unidad del espacio progresista, fuimos los de Proyecto Sur”.
El Movimiento Proyecto Sur se encuentra conformado por el partido del mismo nombre, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Humanismo y Liberación y el Partido Socialista Auténtico (PSA).
La tozudez de Elisa Carrió
Elisa Carrió, candidata en 2003 y 2007, irá sola encabezando la Coalición Cívica pues no ha querido ser parte ni del alfonsinismo ni del socialismo.
Ha logrado algún apoyo inesperado como el del líder ruralista Mario Llambías para primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires: “Con Mario somos iguales. Nos vamos a pelear y nos vamos a amigar todos los días”.
Carrió mantiene su postura de una feroz crítica del gobierno y a la propia presidenta: “ella estaba de gira por Italia y, fíjense qué curioso, ahí no estaba triste: al contrario. Entonces, supe que Cristina sólo llora en el conurbano bonaerense. ¡No se quebró en Roma; tampoco en Venecia donde está la basílica de San Pedro, pero sí llora en Berazategui!”.
Adrián Pérez actual diputado nacional será el candidato a vicepresidente de Carrió.
La debilidad del peronismo disidente
Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Sáa luchan por llevarse el voto decreciente del peronismo disidente. El expresidente Duhalde encabeza Unión Popular y cuenta con el respaldo en calidad de vicepresidenciable del gobernador de Chubut, Mario das Neves.
De todas formas, Duhalde llega estos comicios debilitado tras haber sido abandonado por De Narváez quien prefirió ir en alianza con Alfonsín y quien ha lanzado duras críticas contra su exaliado: “tiene una historia reconocida por la gente. Su pico fue en el momento más violento de los argentinos…Ricardo Alfonsín es el futuro, y la verdad que me convenció”.
Alberto Rodríguez Saá, gobernador de San Luis y candidato presidencial por Compromiso Federal, estará acompañado por el ex gobernador de Santa Fe, José María Vernet.