Por Pablo Guido
Rio Negro
En las últimas semanas el mundo entero ha sido testigo de la negociación entre los líderes del Partido Demócrata y los del Partido Republicano para elevar el límite legal de la deuda pública, que actualmente se ubica en 14,3 billones de dólares (hace una década el límite era de 6 billones de dólares). Obama propone que el ajuste fiscal se distribuya entre un menor gasto público (un billón de dólares), ahorro de servicios de la deuda (otro billón) y menores gastos (dos billones). Los republicanos no quieren incrementos de impuestos, sólo recortes de gastos. Pero, en definitiva, todos los que están negociando en la mesa están de acuerdo con una extensión del "techo" de la deuda. Lo que se discute es la distribución del ajuste fiscal para permitir continuar endeudándose, si el peso recaerá más en los contribuyentes o en los beneficiarios del gasto. El presidente Obama ha dicho que la alternativa a no acordar un incremento del límite legal de endeudamiento es el default, es decir, la suspensión de pago de los servicios de la deuda pública.