Por Erica Orden, Michelle Kung y Sam Schechner
The Wall Street Journal Americas
LOS ÁNGELES. - En una fiesta después de la ceremonia de los Oscar el domingo por la noche, un director de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas se arrodilló para felicitar al coproductor del espectáculo, Brian Grazer.
"Esta ha sido la mejor ceremonia de entrega que hemos tenido. Nada se le acerca", le dijo Hawk Koch a Grazer.
Lo que hizo Grazer, además de crear un espectáculo desde cero después de quedarse sin su productor original, fue utilizar la 84ª entrega de los Oscar para recordarle al público la experiencia única que es ir al cine, en vez de ver películas en las pantallas mucho más pequeñas que están proliferando en las salas de la casa, las mochilas y los bolsillos.
Detrás del carácter nostálgico y el escenario art-deco de la ceremonia se esconde una respuesta a un serio desafío que enfrenta la industria del cine: en una era de taquillas impredecibles, Internet y los teléfonos inteligentes ofrecen maneras de ver películas que son cómodas y baratas, y en algunos casos, hasta gratis e ilegales.
Si bien en 2011, la asistencia a las salas de cine en Colombia subió 13%, en Estados Unidos cayó a su mínimo en 16 años, y los ingresos de taquilla se han nivelado pese a los precios más altos de las entradas.
En una entrevista después de la entrega de premios, Grazer dijo: "Nada puede sustituir esa (experiencia en la sala de cine), y desde luego nada que se vea en una pantalla de dos pulgadas".
Un promedio de 39,3 millones de estadounidenses siguieron la transmisión el domingo por la noche, según cifras de la cadena ABC, de Walt Disney Co., un aumento de 3,7% frente al nivel de 2011.
El número sigue por debajo de la cantidad de televidentes de hace dos años, cuando la ceremonia tuvo un promedio de 41,7 millones de espectadores. Y entre la audiencia crucial de personas de entre 18 y 49 años, las cifras se mantuvieron igual que el año pasado, con apenas 11,7% de la gente en ese grupo de edad siguiendo la ceremonia.
Los índices de audiencia de los Oscar no se traducen directamente en ingresos publicitarios, ya que los anunciantes suelen comprar espacios para avisos durante grandes eventos sin una garantía explícita de audiencia.
Mientras tanto, productores y ejecutivos de cine siguen teniendo la esperanza de que un Oscar impulse los ingresos de taquilla y el alquiler de DVD de una película. Weinstein Co. planea expandir la exhibición de la ganadora como mejor película, El artista, a otros 500 cines de EE.UU., según una fuente cercana. Hasta el fin de semana de la ceremonia de entrega, el filme había recaudado US$76,5 millones en todo el mundo. La expansión de los espacios de proyección había sido programada antes e independientemente del número de trofeos que pudiese ganar, añadió esta persona.
En todo caso, la mayor presencia en los cines, combinada con la atención que despertará El artista por los premios que ganó (mejor película y mejor actor, entre otros), probablemente aumenten la recaudación del filme en las próximas semanas.
Es poco probable que el resultado de los premios en cualquier año tenga un impacto directo sobre cuestiones como la capacidad de un estudio para obtener financiamiento. Pero una reputación nutrida, en el largo plazo, puede ayudar a atraer inversionistas.
