Por Antonella S. Marty
Desde el comienzo de esta semana, las calles y los metros de la ciudad de Washington se encuentran repletos de individuos que cargan carteles con el mensaje "Pro-gay marriage" con banderas multicolores, individuos que claro, defienden un tipo de libertad regulada y limitada -nuevamente- por la ley. De esta forma, un sinfín de manifestantes proclamaba la eliminación de las barreras legales que limitan la igualdad de derechos de los homosexuales en el país del norte.
Esto se debe a que transitamos una semana histórica para los Estados Unidos. Ayer se llevó a cabo una audiencia en el Tribunal Supremo que continua analizando el matrimonio homosexual. Los nueve jueces que componen el Tribunal, tienen como tarea principal analizar si las leyes que prohíben la contracción del matrimonio entre parejas del mismo sexo son de carácter inconstitucional, estudiando -tras surgir el planteo de parejas que perciben que el Estado de California está violando ampliamente su derecho a contraer matrimonio- argumentos que se oponen a la llamada "Proposición 8", una enmienda a la Constitución de California que prohíbe el matrimonio homosexual.
Es por eso que en el día de hoy la corte analizará argumentos a favor y en contra de la Ley DOMA (Ley de Defensa del Matrimonio), promulgada en 1996 por el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y que desde entonces declara a la institución del matrimonio como la "unión legal entre un hombre y una mujer" a nivel federal, prohibiendo de esta forma, el reconocimiento de las uniones homosexuales a nivel federal. Empero, el ex presidente Bill Clinton quien en ese momento firmó la respectiva ley, hoy ha solicitado al Tribunal Supremo la revocación de la misma ya que la considera de carácter discriminatorio.
Un dato no menor del Centro Pew de Investigación (Pew Research Center) indica que tras una encuesta realizada en los Estados Unidos un 48% de los ciudadanos norteamericanos considera que el matrimonio entre personas del mismo sexo debería disfrutar de su legalidad, y en oposición a esto, un 44% de la población encuestada se resiste a su legalidad. Actualmente, el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en nueve estados -además del Distrito de Columbia. De esta forma, resulta irrebatible y evidente –de cierto modo- la opinión de los ciudadanos norteamericanos en torno a la cuestión.
Ante esta actitud y siendo el caso de que los jueces que conforman el Tribunal Supremo consideren a la "Proposición 8" como inconstitucional, el matrimonio entre personas del mismo sexo obtendría su legalización en el Estado de California. De esta forma, y quizás a nivel federal, existe la posibilidad de que el matrimonio homosexual obtenga su titulo de legalidad. Así como en un momento la "esclavitud" era entendida como algo “corriente, legal y habitual”; o la monarquía era entendida como la única forma de gobierno posible de allí y para el resto de la historia, hoy la institución del matrimonio debe dar un paso más para avanzar, evolucionar y brindar respeto a las relaciones personales. Tal como lo expresaba Ayn Rand en su momento, "es totalmente inapropiado que la ley interfiera en las relaciones personales de dos adultos… Mientras esté hecho por adultos con consentimiento mutuo, no es un asunto de la ley".