Por José Raúl González Merlo
El Ministro de Finanzas está preocupado. La recaudación de impuestos no va de acuerdo con lo esperado. Dice que le faltan Q985 millones… Tienen razón. La famosa “actualización fiscal” le ha dado en la madre a la economía y su incertidumbre tiene frenados a varios sectores. La improvisación e irresponsabilidad del Gobierno pasan la factura a los ciudadanos con más endeudamiento. ¿Qué podemos aprender de este desastre? Lección 1: el país paga cara la irresponsabilidad de sus funcionarios. Subir los impuestos de “urgencia nacional”, sin haber leído la ley, nos tiene en la situación actual. Ahora se acepta que los cambios fiscales vienen con errores y contradicciones. Lamentablemente, en medio de esa irresponsabilidad, todavía se insiste en mantener muchos de ellos, un lujo que solamente se pueden dar los burócratas.
Lección 2: la cosa no es de “soplar y hacer botellas”. Los políticos creen que para recaudar más basta con subir las tasas. Haber duplicado el impuesto a los vehículos provocó una caída en esa actividad económica. La incertidumbre creada en la industria inmobiliaria y de la construcción tiene afectados esos sectores. Y hay cosas peores que subir tasas. Complicar el pago de impuestos ha sido peor, al encarecer y complicar aún más la actividad económica.
Lección 3: crear desconfianza es la ruta equivocada. Es evidente que la actividad económica viene desacelerándose desde antes de la entrada en vigencia de las nuevas leyes. Había que haber generado confianza, no terminar de fregarla. El IVA de importaciones sigue desacelerándose. Por primera vez, el IVA doméstico mostró una caída de -2% el mes de marzo pasado. Y toda la recaudación de marzo cayó 3.3% vs. marzo del 2012. Frente a tanta evidencia, las autoridades “zafan bulto”, culpando al contrabando. ¿Qué fácil, no?
Lección 4: una mentira repetida mil veces no se vuelve verdad. Contrario a la queja del Gobierno, la caída en la recaudación no tiene nada que ver con las inconstitucionalidades planteadas contra algunos artículos de la ley. Los recursos interpuestos no tienen que ver con tasas de impuesto, sino con la incertidumbre provocada. En todo caso, el gobierno también prometió transparencia y todavía la estamos esperando.
Lección 5: no despida al jefe de la SAT porque le dice la verdad o le cae mal. Miguel Gutiérrez fue “renunciado” por no avalar las metas de recaudación que el Ministerio de Finanzas se sacó de la manga. Al poco tiempo, el mismo ministro tuvo que admitir, a la luz de la realidad, que su próximo superintendente no llegará a la meta ¡tampoco! La independencia de criterio cedió su espacio a la sumisión al poder. Menos mal que la SAT iba a ser una institución “técnicamente independiente”.
Lección final:
nunca diga nunca… Si creyeron que cualquiera podía ser un mejor ministro de
Finanzas que Juan Alberto Fuentes, se equivocaron. Fuentes nos heredó la deuda
más alta de nuestra historia. Centeno va en camino a romper ese récord y,
encima, lo hará dejándonos el aumento de impuestos más alto de nuestra
historia. Menos mal que este era el gobierno del cambio…
