Por Geoffrey A. Fowler
Usted probablemente debería comprarse un teléfono más grande.
Tengo planeado una pantalla que mida al menos 4,7 pulgadas en diagonal, más grande que el iPhone de 4 pulgadas que uso en la actualidad. Con los smartphones, un aumento pequeño puede ser grande.
Solíamos reírnos al ver el celular gigantesco que usó Gordon Gekko en la película Wall Street de 1987, pero los fabricantes han retomado la práctica de agrandar los teléfonos, o al menos sus pantallas. El Sony Xperia Z Ultra cuenta con una pantalla de 6,4 pulgadas. En el último año, la phablet, como se conoce la combinación de teléfono inteligente y tableta ha crecido de ser una burla a un super ventas.
¿Pero cuál es el tamaño ideal?
Probé una decena de teléfonos y un sinfín de bolsillos de pantalones y consulté a ergónomos y otros especialistas en la materia. Resulta que descubrir la pantalla más cómoda es un proceso que tiene algo de ciencia. Hay tres factores que son más relevantes: lo que sus ojos pueden ver, lo que sus pulgares pueden alcanzar y lo que sus manos pueden sostener cómodamente.
La parte difícil: "todo tiene ventajas y desventajas", expresa Jack Dennerlein, profesor de ergonomía en las Universidades de Harvard y Northeastern.
Si el tamaño de la pantalla aún no ha sido un factor importante a la hora de elegir un teléfono, probablemente lo será este año. El iPhone 5S de Apple tiene una de las pantallas más pequeñas que puede hallar en un smartphone con tecnología de punta, pero Apple presuntamente ha considerado dos nuevos modelos más grandes, uno de ellos con una pantalla de 5 pulgadas. Mientras tanto, HTC agrandó recientemente su modelo insignia One (M8) a 5 pulgadas, mientras que la última versión del ya espacioso Galaxy de Samsung creció una décima parte de una pulgada.
¿Pero es necesario optar por un mayor tamaño? La respuesta es que se puede hacer más con una pantalla más grande.
Un estudio publicado en 2011 halló que las personas que leían las normas de privacidad en iPhones de 3,5 pulgadas entendían solamente alrededor de la mitad comparado con personas que las leían en un monitor de computadora de escritorio. Eso sería como leer una oración y una no de esta columna.
Y leer, ir de compras y jugar —en lugar de hablar— es lo que hacemos con nuestros teléfonos más que nunca. Los estadounidenses dedicaron un promedio de 34 horas en diciembre a utilizar las aplicaciones y navegar sitios web en sus teléfonos, seis horas más que en el mismo mes del año previo, según la firma de investigación Nielsen. Esto es mucho más tiempo de lo que pasan hablando por sus celulares.
Las pantallas grandes también son mejores puesto que, en lo que dice relación a las pantallas táctiles, todos tenemos dedos gordos. Jeong Ho Kim, de la Universidad del Norte de Illinois, y otros que han estudiado las tabletas han encontrado una correlación entre lo que uno demora en escribir un mensaje y el tamaño de las teclas virtuales. Cada milímetro cuenta. Si cambia un iPhone de 4 pulgadas por un Moto X de 4,7 pulgadas, las teclas pasan de 4 milímetros a 5 milímetros: es decir, son 25% más anchas.
Le recomendaría comprar la pantalla más grande que pueda encontrar, si no fuera por un factor limitante: nuestros pulgares. A medida que aumenta el tamaño de las pantallas, se vuelve más difícil que un pulgar alcance todo ese espacio. Un estudio de 2012 encontró que los pulgares operaban mucho mejor en teléfonos más pequeños.
Los fabricantes de teléfonos saben que están poniendo a prueba la capacidad de nuestros dedos y han trasladado la mayoría de los elementos importantes del sistema operativo hacia la parte inferior de la pantalla.
Cuando Apple reveló la pantalla más larga del iPhone 5, que mide 4 pulgadas en forma diagonal, hizo alarde de que un pulgar podía llegar a toda la pantalla.
El problema es que no todos los pulgares son iguales. Si se encuentra en una tienda, pruebe los teléfonos con una aplicación de dibujo como Awwapp.com, que funciona en un navegador de web. Sostenga el teléfono cómodamente con una mano y dibuje un arco con su pulgar, como si fuera un parabrisas. Ese es el espacio en la pantalla que su pulgar puede alcanzar con facilidad.
Todas las contorsiones que hacemos para compensar el tamaño limitado de nuestros pulgares tienen un impacto en el factor final a tener en cuenta: la facilidad con que se puede sostener el celular.
El peso, la textura y la forma en que se sujeta el teléfono son subjetivos y requieren que ponga atención a la hora de comprar el aparato.
Una textura de plástico o de cuero puede hacer que incluso un teléfono más grande sea más fácil de sostener que uno más pequeño con una cubierta de vidrio o metal. Algunos teléfonos tienen cubiertas ligeramente curvas para ayudar a cargarlos. El grosor del teléfono también impactará la manera en que lo sostiene.
Y mientras más grande sea la pantalla, más potente será la batería que necesite, pero con un espacio más amplio detrás de la pantalla, quizás ni siquiera se dé cuenta.
No obstante, existen límites fisiológicos para lo que una mano humana puede sujetar de manera segura. Una medida clave es la distancia entre la base de su pulgar y el nudillo medio de su dedo índice.
Después está el tema de dónde guardar su teléfono. Me parece que las mujeres con bolsos tienen menos preocupaciones sobre almacenamiento. Pero si siempre pone el teléfono en su bolsillo, usted debería ponerse sus pantalones más apretados para ir a la tienda de teléfonos.
En suma, a medida que los teléfonos crecen, lo que no cambiará es la capacidad y los límites de las manos humanas. Por lo tanto, permítales que sean su guía a la hora de elegir su próximo teléfono inteligente.