Por Dan Frosch y Robin Sidel
DENVER—Dos meses después de que el gobierno estadounidense intentó facilitar la obtención de servicios bancarios a vendedores legales de marihuana, muchos emprendedores del rubro no pueden siquiera abrir una simple cuenta corriente.
El Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciaron en febrero una normativa para garantizarles a los bancos que no estarían incumpliendo la ley federal, bajo la cual la marihuana sigue siendo ilegal, si ofrecen servicios a empresas de marihuana en los estados donde la hierba es legal.
Los bancos, no obstante, insisten en que las garantías no son suficientes y que deben cumplir con requisitos engorrosos adicionales para verificar que los posibles clientes no tengan lazos con la marihuana ilegal.
Como resultado, los negocios con licencia para vender la droga caen cada vez más hondo en una penumbra financiera.
"La mayoría de los bancos tratan de eludir esto y de mitigarlo en caso de que, en forma inadvertida, encuentren como cliente a una empresa ligada a la marihuana legal", dice Chuck Thornton, presidente de North Valley Bank, en Colorado, que no acepta clientes con lazos a la marihuana.
Las complicaciones se extienden a otros aspectos del negocio. La empresa de seguridad Brink´s, por ejemplo, no provee transporte blindado a la industria de la marihuana porque la droga sigue siendo ilegal bajo la ley federal. Por ende, las tiendas de la hierba se ven obligadas a contratar escoltas armados para trasladar montañas de billetes de impuestos a la venta a oficinas gubernamentales.
"Lo que más me frustra es que pago una enorme cantidad de impuestos, licencias y otros costos", dice Morgan Carr, copropietario de la tienda de marihuana Wellspring Collective en Denver. Carr dice que hace poco perdió su séptima cuenta corriente porque el banco no se sentía cómodo con sus depósitos en efectivo.
El empresario contrató este mes a una firma de seguridad privada para llevar su efectivo a una bóveda en un lugar discreto porque no consigue un banco que reciba el dinero.
Autoridades federales declinaron comentar sobre el impacto de la normativa.
"Desde nuestra perspectiva, la normativa está teniendo el impacto deseado. Está facilitando el acceso a servicios financieros para negocios de marihuana, al tiempo que garantiza que su actividad sea transparente", dijo en un discurso en marzo Jennifer Shasky Calvery, directora de la oficina de delitos financieros del Departamento del Tesoro.
Veintiún estados de EE.UU. y la capital del país han legalizado la marihuana para fines medicinales, mientras que Colorado y el estado de Washington también permiten su venta para propósitos recreativos en el caso de las personas de 21 años o más. Colorado, que tiene casi 500 tiendas de marihuana medicinal y recreativa, recaudó más de US$6,1 millones en impuestos de la droga en enero y febrero.
Autoridades de Colorado dicen que la situación no solo crea problemas de seguridad —las tiendas de marihuana manejan altas sumas de efectivo, los que las hace vulnerables a los robos— sino que también complica muchísimo verificar sus pagos de impuestos.
"Estamos extremadamente preocupados", señala Andrew Freedman, director de coordinación de marihuana para Colorado. "Mientras sea una industria de efectivo, no vamos a poder regular su dinero como se debe".