
Por Pedro de Tena
Libertad Digital, Madrid
Por una vez, he de reconocer que el señor Zapatero ha acertado. Otra cosa es que ese acierto vaya a ser bueno para España. Desde lo que parecía un retiro forzoso tras su ominosa política a lo largo de ocho años, lo creímos muerto, políticamente muerto. Pero no. Como muchos seres vivos en momentos de dificultad, se ha hecho el muerto durante estos últimos años mientras –ya es evidente–, ha urdido todo un golpe maestro en el interior del PSOE que nació en Suresnes. Desde su retiro dorado e inmerecido ha situado en puesto preferente, de acuerdo con los grandes poderes del Estado, a la reina del baile, la dancing queen andaluza que, aunque ya no tiene 17 años, se mueve como nadie en el aparato del partido. Lo hizo en Sevilla dejando rencores, ahora fulminados, por todas partes y lo ha hecho ahora. Tiene un swing imparable: los engaña, los enciende, los deja ardiendo y entonces se va buscando a otro, a Susano Sánchez. Es la letra de la canción. Ay, perdón, ¿he dicho Susano? ¿En qué estaría yo pensando?