El Instituto Independiente - Diario de Rio Negro
La Universidad Nacional del Comahue a efectos de cubrir un cargo docente en la asignatura economía en su Facultad de Ingeniería, realizó un concurso que se celebró el día 4 de marzo de 2015.
Entre los cuatro postulantes, se encontraba el Dr. Pablo Guido, colaborador de nuestro Instituto y quien cuenta con una sólida formación académica y un largo historial en la defensa de la Economía de Mercado y los principios morales que sustentan una sociedad abierta.
Como resultado del mismo fue designado finalmente el Ingeniero Vladimir L. Cares quien refiriéndose al Dr. Guido considera como factor descalificador que, de haber sido éste el docente designado, hubiese compartido "ad náuseam la repetición de la palabra 'libertad'" (SIC).
A continuación reproducimos las Cartas de Lectores que el Dr. Pablo Guido y el Ingeniero Vladimir L. Cares enviaran al Diario de Rio Negro así como también una entrevista televisiva realizada a nuestro colaborador.
Un método particular de selección de profesores en la UNC
Por Pablo Guido
El pasado 4 de marzo se realizó un concurso en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue para cubrir un cargo de asistente de docencia interino con dedicación simple en la materia de Economía. Me presenté, junto con otros tres candidatos.
El jurado decidió seleccionar en primer lugar a un ingeniero (Vladimir Cares Leiva) sin ninguna educación formal en el área económica (ni carrera de grado ni maestría o doctorado afín), como tampoco experiencia docente ni publicaciones de ningún tipo relacionadas con la ciencia económica, como consta expresamente en el dictamen del concurso. El candidato elegido en tercer lugar es un contador público que se desempeña actualmente como ayudante de primera en la Facultad de Economía de la misma universidad, en diversas cátedras del Departamento de Economía. El cuarto y último lugar fue para un ingeniero que es el actual auxiliar docente en la materia que se concursaba. Y en segundo lugar quedé yo, con los siguientes antecedentes: una Licenciatura en Economía, otra Licenciatura en Ciencia Política, una Maestría en Economía y Administración de Empresas y, por último, un Doctorado en Economía. Hace casi veinte años que me desempeño como docente en diferentes materias del área económica, tanto en universidades argentinas como extranjeras. He dictado clases en carreras de grado y de maestría. Tengo publicaciones en libros y revistas especializadas en el área económica.
Cualquiera de los tres candidatos no ganadores superábamos al seleccionado en primer lugar, ya fuere en lo que respecta a la formación en el área económica o en la experiencia docente en materias de la misma área. Los jurados que realizaron el dictamen del concurso fueron el hasta ahora docente a cargo de la materia, el ingeniero Ricardo Nellar, el licenciado en Economía Mario Pilatti, profesor de la Facultad de Economía de la UNC, y la licenciada en Economía Graciela Landriscini, exdecana y profesora de la misma facultad. El dictamen fue unánime, lo cual significa que los tres jurados eligieron en primer lugar al candidato que sería el menos calificado para hacerse cargo de la cátedra.
Me pregunto: ¿cuál es el criterio de selección de profesores existente en la Universidad del Comahue? ¿Es un criterio académico o de otra índole que no alcanzo a dilucidar o comprender? ¿Cómo puede ser que los dos miembros del jurado que eran licenciados en Economía hayan decidido seleccionar, para dictar una materia de Economía, a una persona que no tiene ninguna formación académica en el área ni tampoco experiencia docente en la misma? ¿Cómo puede ser que fuera elegido en primer lugar aquel candidato que a simple vista debería haber sido colocado en el último orden de mérito en el concurso?
Esta carta de lectores tiene varias intenciones. Primero, que la sociedad neuquina tenga conocimiento de los criterios de selección de profesores en los concursos de la UNC. Segundo, comunicarles a los alumnos de Ingeniería el motivo por el cual la materia de Economía estará a cargo de una persona que no tendría la capacitación necesaria ni la experiencia suficiente para dictarles el curso.
Espero que esta carta de lectores cumpla con los objetivos señalados y estos hechos no vuelvan a repetirse en los próximos concursos de profesores en la UNC. Los alumnos merecen ser respetados y obtener la mejor educación disponible. Los contribuyentes, que son los que financian la Universidad Nacional del Comahue, merecen confiar en que sus recursos sean utilizados de manera profesional y con criterios meritocráticos. Y la sociedad en su conjunto merece que los recursos humanos que se forman en esta casa de estudio de nuestra querida provincia sean preparados de la mejor manera posible.
Como consecuencia de todo lo acontecido realicé la impugnación del concurso el día 12 de marzo, la cual tiene que aceptar o rechazar el Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería. Aún sigo esperando la decisión.
Entrevista al Dr. Pablo Guido realizada por Daniel Darrieux para su programa Impacto Económico
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Un interesante marco para discutir sobre economía
Por Vladimir L. Cares
El 11 del corriente, en esta sección, el Dr. Pablo Guido manifestaba su disconformidad respecto del resultado de un concurso sustanciado en la Facultad de Ingeniería de la UNC (se evalúan allí entrevista, clase pública y antecedentes).
El mismo tenía como objetivo seleccionar un docente para la asignatura Economía, que se dicta para todas las carreras de ingeniería. En su misiva el Dr. Guido hace una serie de aseveraciones negativas respecto del resultado del concurso, que lo llevó a presentar oportunamente una impugnación ante el Consejo Directivo de la unidad académica.
No me voy a referir a los términos utilizados en su carta que, entiendo, son infundados. Me remitiré, más bien, a un solo párrafo, ya que abre un interesante marco para discutir sobre economía, educación y sociedad. El doctor Guido alerta a los alumnos sobre que "la materia de Economía estará a cargo de una persona que no tendría la capacitación necesaria ni la experiencia suficiente para dictarles el curso. (…) Los alumnos merecen ser respetados y obtener la mejor educación disponible. (…) La sociedad en su conjunto merece que los recursos humanos… sean preparados de la mejor manera posible".
Aquí, el doctor Guido reduce toda la problemática a una cuestión de saberes de la disciplina, los que a su vez son asumidos en términos de una estricta meritocracia. Sin embargo, el Estatuto de la Universidad del Comahue es más abarcativo que lo estrictamente disciplinar al señalar que la UNC "procura la formación integral y armónica de sus componentes e infunde en ellos el espíritu de rectitud moral y de responsabilidad cívica y sostiene la plena vigencia de los derechos humanos".
La mención a los derechos humanos integrales –civiles, públicos, políticos y sociales, estos últimos inspirados en las nociones de justicia social y seguridad social– está en el centro de las discusiones contemporáneas que apuntan a un empoderamiento de la ciudadanía. En este sentido, desde un punto de vista doctrinal, no queda del todo clara la adscripción del Dr. Guido a los mismos.
Como fiel seguidor de la llamada Escuela Austriaca de Economía con su encendida defensa del libre mercado, el Dr. Guido compartirá la repetición ad náuseam de la palabra "libertad". Pero, como advertía Julio Cortázar en su momento, las palabras, a fuerza de ser repetidas, terminan por agotarse, por enfermarse. Al leer a los referentes de la Escuela Austriaca, la sensación es ésa, de que estamos en presencia de una palabra "libertad" desganada, confusa, sesgada y peligrosa. Un hilo conductor en la formación superior de esta doctrina libremercadista (neoliberal) lo constituye la referencialidad de algunos nombres, por acaso, Friedrich von Hayek (fundador de la Sociedad Mont Pelerin, premio nobel de Economía). También, determinadas instituciones hacen de soporte intelectual al neoliberalismo en el caso latinoamericano; por ejemplo, las universidades Eseade (Argentina, en donde Guido obtuvo una maestría) y Francisco Marroquín (Guatemala, en la que Guido fue docente a tiempo completo), todas con sólidas vinculaciones con el CATO Institute, un think-tank norteamericano relacionado con el ultraderechista Tea Party (en cuyo sitio web se pueden leer artículos del Dr. Guido).
Milton Friedman expresaba en su momento que la Universidad F. Marroquín era una entidad líder, formada enteramente en los principios de la libertad de mercado y la propiedad privada sostenidos por la Sociedad Mont Pelerin.
Como se ve, no estamos en presencia de instituciones que garantizan alcanzar méritos académicos plurales sino que, por el contrario, son ámbitos de capacitación de cuadros políticos e intelectuales orgánicos del neoliberalismo. En el caso de Hayek, la situación es más preocupante aún: abomina de la justicia social ("Tengo la certeza de que nada ha hecho más daño a las salvaguardas jurídicas de la libertad individual que la búsqueda de ese espejismo llamado justicia social") y justifica las dictaduras. En su visita al Chile de Pinochet en 1981 expresaba: "Mi preferencia personal se inclina a una dictadura liberal y no a un gobierno democrático donde todo liberalismo esté ausente… A veces es necesario que un país tenga, por un tiempo, una u otra forma de poder dictatorial".
Espero sinceramente que estas concepciones autoritarias estén alejadas del ideario del Dr. Guido. Asimismo, su bienvenida participación en un concurso de una universidad pública sí indicaría que pudo haber superado ciertos prejuicios de antaño, como cuando sostuvo en un artículo que aquellos grupos que habían posibilitado la renuncia del ministro de Economía de la Alianza Ricardo López Murphy en el 2001 eran los sectores parasitarios de la sociedad, en particular los universitarios y los sindicatos.
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Carta Abierta a los estudiantes, graduados, docentes y no docentes de la FAIN publicada en Facebook por la Agrupación Integración Ingeniería Comahue
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Es tiempo de que el rector Crisafulli se expida sobre las irregularidades en la UNC
Por Pablo Guido
En mi carta de lectores anterior, publicada el 11 de marzo ("Un método particular de selección de profesores en la UNC"), relaté mi experiencia como participante en un concurso docente, realizado el 4 de marzo, de la materia de Economía en la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Comahue. Entre cuatro participantes obtuve el segundo orden de mérito, detrás de una persona que, como dije en dicha carta y constaba en el dictamen del concurso, no tenía "ninguna educación formal en el área económica (ni carrera de grado, ni maestría o doctorado afín) como tampoco ninguna experiencia docente ni publicaciones de ningún tipo relacionadas con la ciencia económica". Mis antecedentes constaban de un doctorado en Economía, dos licenciaturas (en Economía y en Ciencia Política) y una maestría en negocios; casi 20 años de experiencia nacional e internacional en cargos docentes y numerosas publicaciones en el área económica.
Sin embargo, el ingeniero Cares Leiva ganó el concurso con 95 puntos y a mí se me calificó con 80 puntos. En función de la evidente brecha en los antecedentes de ambos, según mi parecer, realicé la impugnación del concurso el 12 de marzo. El Consejo Directivo de la facultad decidió el 17 de abril, en fallo dividido, ratificar el dictamen del concurso.
Entre tanto, el 27 de abril el ganador del concurso, ingeniero Cares Leiva, envió una carta de lectores a este medio ("Un interesante marco para discutir sobre economía"). En dicha carta el ingeniero afirmaba que la evaluación de los antecedentes no sería lo más relevante en un concurso docente sino que lo fundamental era considerar otros criterios de selección, ya que la Universidad del Comahue procura "la formación integral y armónica de sus componentes e infunde en ellos el espíritu de rectitud moral y de responsabilidad cívica y sostiene la plena vigencia de los derechos humanos".
A partir de ese punto Cares Leiva me imputa, en función de mis ideas liberales, no sólo adscribir una posición contraria a los derechos humanos sino también a favor del autoritarismo. Los que hayan leído a los primeros autores liberales (por ejemplo: John Locke, Alexis de Tocqueville o nuestro Juan Bautista Alberdi) encontrarán una férrea defensa no sólo de las libertades civiles sino fundamentalmente una total oposición a los regímenes autoritarios y totalitarios, principios que comparto plenamente. En función de la discriminación ideológica que me hace Cares Leiva me estaría vedada la entrada a una universidad pública. Sin embargo, en el Estatuto de la Universidad del Comahue se afirma que "la Universidad es prescindente en materia ideológica, política y religiosa, asegura dentro de su recinto la más amplia libertad de investigación y de expresión…". Si no entiendo mal, la acusación que me hace Cares Leiva estaría en las antípodas de las normas básicas de la UNC, lo cual es extraño para una persona que hace 25 años trabaja de manera exclusiva en la misma institución.
Pero las cosas no terminan acá. Los primeros días de mayo la agrupación de alumnos de la Facultad de Ingeniería de la UNC, Integración + Independientes, publicó una carta abierta (en Facebook buscar "Integración Ingeniería Comahue", posteada el 5 de mayo) denunciando irregularidades en el concurso más graves que aquellas de las que yo tenía conocimiento. Los alumnos afirman que "el jurado falta a la verdad al volcar los antecedentes falsos sobre el concursante que resulta ganador". Por ejemplo, mientras que en el dictamen del jurado se afirma que el ganador "registra cursos de formación en ingeniería y sus aplicaciones en cuestiones económicas, tecnológicas, de ingeniería en proceso, del medio ambiente y el saneamiento", en la carta abierta de los alumnos se menciona que en el CV presentado por Cares Leiva sólo "constan diez cursos de formación, de los cuales ninguno es en dichos campos de conocimiento". Otro ejemplo: mientras que en el dictamen del concurso se menciona que Cares Leiva "se desempeñó como asistente de docencia regular con dedicación exclusiva en el sistema universitario desde 1995… habiéndose integrado a lo largo de su trayectoria en numerosas cátedras… vinculadas a temas tecnológicos, de procesos, económicos y medioambientales", en la denuncia de los alumnos se menciona que en el CV de Cares Leiva solamente "figura que en tal categoría docente se desempeñó en Física III y IV desde 1995 hasta 1998". Por último, en el dictamen los miembros del jurado expresan que Cares Leiva "registra antecedentes de participación en proyectos de investigación, vinculados a temas tecnológicos, económicos productivos y del medio ambiente en el marco del Sistema Nacional de Ciencia y Técnica. En ese carácter ha elaborado y presentado diversos trabajos en Congresos, Jornadas y otros eventos científicos y de extensión universitaria"; los alumnos en la carta confirman que en el CV del ganador "dichos proyectos de investigación no existen… mucho menos existen los trabajos mencionados para congresos y eventos científicos".
De ser ciertas las afirmaciones que realizan los alumnos del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería, ¿podríamos estar frente a un caso de adulteración de un documento público, como lo es el dictamen de un concurso universitario? No sólo habría responsabilidades por parte de Cares Leiva por aceptar haber ganado mediante estos artificios, sino principalmente de los tres jurados que, unánimemente, dieron ganador a aquél: la exdecana de la Facultad de Economía (Lic. Graciela Landriscini), el recién electo diputado provincial (Lic. Mario Pilatti) y el hasta hace unos meses docente a cargo del curso de Economía (ingeniero Ricardo Nellar). Me vienen a la mente las palabras del economista francés Jacques Rueff: "Sean socialistas o sean liberales, pero no sean mentirosos".
¿Conoce el rector lo que está sucediendo en los concursos docentes? ¿Conoce el rector las manifestaciones de algunos de sus profesores contrarias a los estatutos de la Universidad del Comahue? Me gustaría que, a esta altura de los acontecimientos, el rector Crisafulli se expidiera públicamente al respecto.
14 de mayo, 2015.