Hoy (14/09/2015) el Instituto Fraser en Vancouver, Canadá, lanzó el Economic Freedom of the World Report 2015 (Informe sobre la Libertad Económica en el Mundo 2015) y trae malas noticias para los Estados Unidos, donde la libertad económica está cayendo. Los EE.UU. ocupan tan sólo el puesto 16 en materia de libertad económica detrás de Chile, Jordania y Taiwán.
El Informe EFW mide el nivel de libertad económica en 157 países mediante la recopilación de datos específicos de cada país respecto de 42 variables distintas en cinco grandes categorías: (1) el tamaño del gobierno, es decir, los impuestos y el gasto; (2) la estructura jurídica y la seguridad de los derechos de propiedad; (3) el acceso a una moneda sana; (4) la libertad de comercio internacional; y (5) la reglamentación del crédito, el trabajo y los negocios.
Los investigadores James Gwartney, Robert Lawson y Joshua Hall hicieron los cálculos (aquí está el archivo con los datos clave) y encontraron que Hong Kong y Singapur ocupan una vez más las dos primeras posiciones. Las otras naciones entre las 10 mejores son Nueva Zelanda, Suiza, Emiratos Árabes Unidos, Mauricio, Jordania, Irlanda, Canadá y el Reino Unido. Venezuela se ubica en el último lugar.
Un puesto en el 16º lugar puede no sonar mal, pero los EE.UU. alguna vez clasificaron segundos y han evidenciado una constante tendencia a la baja desde el año 2000. El Informe EFW concluye: “En ninguna parte la inversión de la tendencia alcista [global] en materia de libertad económica ha sido más evidente que en los Estados Unidos”.
Hoy día Chile, Georgia, Jordania, Qatar y Taiwán poseen más libertad económica que los Estados Unidos. Los EE.UU. se ubican actualmente sólo levemente por delante de Armenia y Rumania.
Desde 2000, la “declinación de la libertad económica en los Estados Unidos ha sido más de tres veces mayor que el descenso promedio hallado en la OCDE”, destacan los investigadores. Los Estados Unidos que en gran medida se llenan la boca hablando de la libre empresa y la elección individual, ya no son más líderes en ninguna de ellas. ¿A qué se debe la caída de la libertad?
Los investigadores enumeran muchas razones para el declive de los Estados Unidos: un mayor uso del dominio eminente para transferir la propiedad hacia los intereses políticos poderosos; las ramificaciones de las guerras contra el terrorismo y las drogas; la violación de los derechos de propiedad de los tenedores de bonos con el auto-rescate financiero; la expansión de las confiscaciones de activos civiles; el crecimiento de las barreras no arancelarias al comercio, las restricciones a la inversión extranjera y las reglamentaciones a las empresas; la declinación de la independencia judicial y la imparcialidad de la justicia; las leyes Sarbanes-Oxley (Reforma de la Contabilidad Pública de Empresas y Protección al Inversionista), Dodd-Frank (Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor) y de Protección al Paciente y Cuidado de la Salud Asequible; y la nacionalización de la seguridad aeroportuaria por parte de la TSA. También está la expansión monetaria fuera de control de la Fed, y el crecimiento masivo en el gasto público (fuerzas armadas, beneficios sociales, rescates financieros), lo cual provocó que la deuda federal se incrementase.
Cada uno de estos factores ha dado lugar a que más recursos fuesen extraídos del sector privado, más controles se impusiesen sobre los consumidores y el comportamiento empresarial, una mayor mala asignación de los recursos debido a las distorsiones de precios y una reducción general de la libertad económica, definida como un estado donde a “las personas se les permite elegir por sí mismas y participar en transacciones voluntarias siempre que no perjudiquen la persona o la propiedad de los demás”.
¿Por qué deberíamos preocuparnos por la caída de la libertad económica estadounidense?
Primero, la libertad económica es un fin en sí mismo; algo que cada uno de nosotros debería cuidar y proteger dado que permite a cada individuo perseguir sus pasiones y sueños y trazar su propio derrotero en la vida. Lord Acton dijo: “La libertad no es un medio para un fin político más elevado. Es en sí el más elevado fin político”.
Segundo, la libertad económica permite una mayor prosperidad. El Informe EFW presenta una serie de gráficos que ilustran cómo una mayor libertad económica genera estándares de vida más altos en todo el mundo. Dos de los gráficos se presentan a continuación.
La libertad económica permite que el capital y el trabajo se asignen más eficientemente al utilizar los precios del mercado sin distorsiones. Y la libertad económica permite que surjan los incentivos adecuados que fomentan el ahorro, la inversión, el trabajo, la innovación y el espíritu empresarial, los motores del crecimiento económico y la prosperidad. El Informe EFW advierte: “A menos que las políticas [estadounidenses] que socavan la libertad económica se reviertan, el futuro crecimiento anual de la economía estadounidense será sólo cerca de la mitad de su promedio histórico de 3 por ciento”.
Cualquiera que sea la motivación, los individuos deberían valorar la libertad económica y apoyar al Independent Institute, Miembro Asociado Patrocinador del Informe EFW, que ha luchado todos los días durante casi 30 años para proteger y promover la libertad tanto en país como en el extranjero.
Traducido por Gabriel Gasave
El autor es Asociado Senior y Director del Center on Entrepreneurial Innovation en el Independent Institute.