Por Roberto Cachanosky
Economía Para Todos
Hacia fines de julio de 1812, Manuel Belgrano, entonces al mando del Ejército del Norte, que estaba asentado en Jujuy, recibe de Buenos Aires la orden de retirarse hacia Tucumán, dado que no podían mandarle refuerzos para enfrentar a las fuerzas realistas que bajaban del Alto Perú.
El 29 de Julio de 1812, Belgrano dicta un bando militar ordenando la retirada al pueblo jujeño en cual se especificaba la orden de que la retirada de toda la población debía dejar tierra arrasada frente al enemigo. El ejército español no debía encontrar alimentos, ni casas, ganado ni mercancías de cualquier característica. Los cultivos tenían que ser cosechados o quemados, las casas destruidas y las mercaderías enviadas a Tucumán. En definitiva, la idea era que los realistas no tenían que poder encontrar nada que pudieran utilizar cuando avanzaran en Jujuy y persiguieran a las fuerzas de Belgrano.