Por Antonella Marty
“Tomen la cultura y la educación, y el resto se dará por añadidura”, expresaba el famoso italiano Antonio Gramsci. Hoy, resulta irrebatible que la izquierda ha seguido con exactitud y constancia este puntual mandamiento gramsciano.
Actualmente se observa la presencia de un mercado intelectual que cuenta con una fuerte inclinación hacia las ideas que levantaron los cimientos del Muro de Berlín y que también azotan a la Venezuela de hoy.
Poco se oye sobre la moralidad del capitalismo, o sobre los logros y beneficios de la globalización. En parte, sumado a esta marcada corriente académica y lingüística, se observa, de un modo bastante similar, el rol de aquellas ideas estatistas dentro de la corriente musical.
¿A qué se debe aquella inclinación de la cultura hacia el espectro político de la izquierda estatista? ¿En qué momento han logrado tenerlo todo? Las novelas, la música, la poesía, la academia, el periodismo, los cómicos, los actores, los cantantes, los novelistas, lo artístico, y una inmensa parte de lo intelectual.
Observemos entonces el modo en que estas ideas han penetrado el ámbito musical, dejando un mensaje que termina calando en la mentalidad general:
León Gieco – “De igual a igual”
Esta canción del año 2001, comienza argumentando a favor de la inexistente “igualdad”, para luego insistir en ideas nacionalistas y fielmente proteccionistas: “Si me pedís que vuelva otra vez donde nací, yo pido que tu empresa se vaya de mi país, y así será de igual a igual”.
Lo que Gieco no parece comprender es que el libre comercio es sano, y que la inversión privada se traduce siempre en desarrollo, mayores riquezas, y aumento del empleo. Gieco ha llegado tarde, y no se ha dado cuenta que “vivir con lo nuestro” es una de las políticas más nefastas que ha experimentado el mundo, con ejemplos desde el Muro de Berlín, la Unión Soviética, la Cuba castrista, o la Venezuela chavista, donde “lo nuestro”, paradójicamente, no es más que escasez, inseguridad y corrupción.
As Meninas – “Xibom Bombom”
Entre tanto caso de corrupción y escándalo en el Brasil, corresponde agregar a la lista un tema musical que provenga de allí. En tal sentido, otro de los temas que resonó bastante en América Latina durante la primera década del 2000 fue “Xibom Bombom”, del grupo brasileño As Meninas.
En su letra, As Meninas expresan que “el rico es cada vez más rico, y el pobre es cada vez más pobre”, y que esto se debe a que cuando “el de arriba sube, el de abajo baja”. Lo que As Meninas no saben, es que están celebrando lo que el austriaco Mises denominó “Dogma de Montaigne”.
Bajo este esquema de Montaigne que prevalece tanto en la mentalidad latinoamericana, se postula que la pobreza de los pobres se debe a la riqueza de los ricos, interpretando erróneamente la generación de la riqueza, y sin comprender que la misma no posee un límite o un tope, y que la idea correcta es aumentar el tamaño de la torta, en vez de dividirla en trozos cada vez más pequeños.
Calle 13 – “Latinoamérica”
Esta letra refleja al nacionalismo en una de sus máximas expresiones: “El que no quiere a su patria, no quiere a su madre (…) Soy América Latina, un pueblo sin piernas pero que camina”.
Claro, lo que René Pérez Joglar –cantante principal de la banda– intenta ocultar, es que fueron los mismos gobernantes populistas quienes terminaron de amputar las piernas de América Latina bajo sus políticas de gasto público, de inflación, de narcotráfico, de corrupción, de destrucción institucional y de falta de respeto a las constituciones y a los límites del poder.
Esta contradictoria banda “revolucionaria” ha estrechado manos con Hugo Chávez y Fidel Castro, levantando las banderas de sus regímenes políticos, brindando conciertos “gratuitos” —financiados por los Gobiernos con cuantiosas sumas de dinero que toman de sus ciudadanos—, en sus respectivos países, pero siempre regresando, luego de sus conciertos y alabanzas populistas, a sus casas en Miami con vista al mar del “imperio” que tanto critican.
Floricienta – “Pobres los ricos”
El blanco también suelen ser los niños: Una canción bastante oída por las niñas adolescentes a lo largo del 2004, provino de la famosa telenovela argentina Floricienta, la cual supo llegar a un sinfín de rincones en el mundo, inclusive Italia.
En esta tira, una joven huérfana trata de subsistir ganándose la vida en una verdulería, y por varios sucesos de la vida acaba trabajando en una mansión de gente adinerada.
Este tema otrora pegadizo para los jóvenes, expresa frases como “¡qué suerte tengo de ser pobre!”, “todo lo mío es compartido” y “pobres los ricos que tanto tienen”.
En estos renglones, la telenovela parece querer transmitir a través de la música algunos conceptos tan falaces como que “tener” o “poseer” es un pecado y, a su vez, insisten con la idea de lo “compartido” o mejor conocido en términos económicos como “bien común” o “bien público”, una de las principales banderas de los académicos con tendencias socialistas, que atacan a la propiedad privada.
La realidad nos demuestra que sin propiedad privada, los bienes no le pertenecen a nadie, por ende nadie se preocupa por ellos, sin embargo, todos buscan usufructuarlos de alguna forma u otra. Lo que Floricienta parece haber olvidado es que lo que es de “todos” termina siendo de nadie.
Ismael Serrano – “Papá cuéntame otra vez”
Resulta difícil negarlo. Esta melodía es una de las favoritas de quien escribe. Sin embargo, Ismael Serrano le canta con nostalgia a Ernesto “Che” Guevara, pidiendo que papá cuente otra vez “esa historia tan bonita de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia, y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo y cómo desde aquel día todo parece más feo”.
Lo que Serrano no cuenta en su letra es que éste líder de la revolución, asesinó y empleó brutales represiones a todos los que no pensaban como él. Lo que Serrano no contó es que otrora, el Che expresó “Fusilamientos, sí. Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario”.
Curiosamente, Serrano le cantaba a su papá, y el Che le escribía al suyo: “Tengo que confesarte, papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar”.
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota – “Fuegos de octubre”
Muchas de sus letras evocan a mensajes políticos, sin embargo, una de las canciones del segundo disco de los redondos, hace una simbólica referencia a la Revolución Rusa de 1917, recordándola y honrándola: “Fuegos de octubre”, allí donde el famoso Carlos Alberto Solari, cantante y compositor, más conocido como el “indio”, entona “de regreso a octubre, en octubre, te prefiero igual, internacional”.
Esta banda, a pesar de ser increíble, una de las que más conocidas en la Argentina, y con los temas más vibrantes, enérgicos y efervescentes del rock nacional, no menciona las muertes ocasionadas durante y a partir de aquella sangrienta revolución encabezada por Lenin, quien hacía uso constante del miedo, la represión y la violencia.
Fue Lenin quien afirmó que “a menos que se aplique el terror a los especuladores (una bala en la cabeza), no se llegaría a nada”.
“La cucaracha”
Tal como lo cuenta Álvaro Vargas Llosa en su serie de National Geographic, “Consecuencias”, casi todos los latinoamericanos conocemos la famosa canción que entonamos desde pequeños, conocida como “La cucaracha”. Lo que no todos sabemos, es que esa fue la canción que entonaban las tropas de Pancho Villa en plena revolución mexicana.
Ska-p – “Los hijos bastardos de la globalización”
Asimismo, corresponde agregar algo proveniente de España, país que parece haber sido tomado por el fenómeno chavista a la española: Podemos. Muchos jóvenes conocerán la banda Ska-p o al cantante revolucionario Pablo Hasél, quien en sus letras hace homenaje a Stalin y a la Unión Soviética.
Esta banda canta que “la economía de mercado busca carne fácil de explotar”. Observamos aquí la perspectiva general que tienen tantos jóvenes cuando argumentan en contra de la globalización, y la economía de mercado, presentándolas falsamente como las mayores generadoras de padecimiento, cuando en realidad, han sido los verdaderos motores de la civilización occidental.
Otro tema conocido de esta banda española es “Tío Sam”, donde le canta directamente a los Estados Unidos haciendo fuertes críticas a sus políticas: “Tío Sam, muñeco de homicidio. Tío Sam, jugamos a matar. Y nos venden sus mentiras por televisión”.
Camino a la isla, encontramos que los cubanos defensores de la revolución no se quedan atrás. Silvio Rodríguez ha sido uno de los pioneros llevando el mensaje estatista en sus letras cada vez que puede. Del lado opuesto, corresponde destacar el papel de la gran cubana, Gloria Estefan, quien, cada vez que puede, alza su voz para repudiar los abusos y violaciones cometidos por los hermanos Castro: “Curioso destino que aún me separa de mi tierra dorada que no veo desde niña (…) Quiero mi Cuba libre”.
Por su parte, parece ser que la colombiana Shakira en su canción “No creo”, dejó en claro un mensaje que necesita llegar a una mayor cantidad de estudiantes, intelectuales, docentes y jóvenes: “No creo en Carlos Marx”.