Por Gabriel Gasave
El Instituto Independiente
Tal como había anunciado, afortunadamente el presidente Mauricio Macri oficializó hace un par de días el veto total de la denominada Ley de Emergencia Ocupacional sancionada la semana pasada por la Cámara de Diputados durante una maratónica sesión. La ley, también aprobada por el Senado, suspendía los despidos por 180 días, y establecía la doble indemnización, en caso de que se concretaran.
El atinado veto presidencial resaltó sin embargo que “uno de los grandes objetivos propuestos por el Gobierno es avanzar hacia la pobreza cero, y que para lograrlo se encuentra realizando acciones y políticas para crear millones de puestos de trabajo”.
Lo que cabría preguntarse es cómo es posible a esta altura de la civilización que tanto desde el oficialismo como desde la oposición se siga pensando que el problema de la desocupación se soluciona con más intervención estatal, dependiendo la cuestión exclusivamente de que ésta sea la “correcta”.